El plantel leproso disfrutó ayer de un día de descanso en Necochea, ciudad elegida para la pretemporada, mientras Américo Gallego empieza a pensar en el equipo de cara al inicio del torneo.
El Tolo aún se ilusiona con la llegada de refuerzos, incluso hizo un reclamo público a la dirigencia el pasado viernes. Gallego pretende sumar un zaguero de buen juego aéreo y un volante por derecha, y si bien la dirigencia sigue con algunos sondeos, a la fecha no hay ninguna gestión avanzada, aunque no habría que descartar una nueva incorporación.
Por ahora el DT sumó a Hernán Bernardello (titular seguro), el defensor Nehuén Paz (peleará un lugar con Leandro Fernández y Víctor López) y Luciano Pocrnjic (arquero suplente).
Entre los que se fueron hay mayoría de juveniles sin lugar en el equipo: Guillermo Ortiz (Aldosivi), Eugenio Isnaldo (Defensa y Justicia) y Carlos Torres (Jorge Wilsterman de Bolivia).
Además el Tolo tiene dos lesionados. Uno es Diego Mateo, quien continúa con un edema óseo en el dedo del pie y la próxima semana será evaluado nuevamente por el doctor Fernando Bacci para determinar si aún existe infección en la zona. Y el otro es Lorenzo Faravelli, con una fisura en el dedo del pie que lo obligó a dejar la costa y regresar a Rosario.
Por lo pronto esta semana el Tolo empezará a darle rodaje a su idea de juego y tiene previsto jugar dos amistosos, uno el miércoles ante Belgrano y el segundo el viernes, posiblemente con Temperley.
La idea del entrenador leproso es jugar tres o cuatro partidos más al regreso. Hay dos confirmados con Belgrano, uno en Bella Vista y otro en Córdoba, y uno con Sportivo Belgrano de San Francisco.
Gallego tiene en mente dos esquemas, un 4-4-2 más conservador, aunque con mucha presión en la salida del rival, y un 4-2-1-3 más ofensivo, que utilizaría en partidos ante rivales de menos jerarquía.
En el primer ensayo en Necochea el Tolo dispuso un 4-4-2, con Oscar Ustari; Marcos Cáceres, Guillermo Ortiz, Leandro Fernández, Milton Casco; Joaquín Torres, Hernán Bernardello, Hernán Villalba, Víctor Figueroa; Maxi Rodríguez y Mauricio Tevez.
En esta alineación faltaron Ezequiel Ponce, quien estaba en Roma; Víctor López, recuperándose de un edema muscular; y Nacho Scocco, a quien el cuerpo técnico pretende poner en la mejor forma física y futbolística.
Así, la idea del Tolo para el debut ante Independiente tendría sólo dos dudas: quién será el carrilero derecho y cuál será la dupla de zagueros.
Los once serían Ustari, Cáceres, Fernández, López o Paz y Casco; Figueroa, Bernardello, Villalba, Maxi; Scocco y Ponce.
Las alternativas por derecha si no rinde Figueroa y no llega un refuerzo no son muchas: Horacio Orzán, improvisar con Martín Tonso o Mauricio Tevez, o apostar a un juvenil como Joaquín Torres, Denis Rodríguez o Daniel Mancini.
Esa parece ser una preocupación de Gallego y por eso insiste en traer un volante por derecha. En las últimas horas sonó el nombre de Carlos Carbonero, aunque desde la dirigencia señalaron que no hay gestiones por el colombiano.
“Los dos mejores refuerzos que va a tener el Tolo son Nacho Scocco y Milton Casco”, se escuchó en los pasillos del hotel Presidente, búnker rojinegro en Necochea.
Y la afirmación tan errada no está, ya que Gallego no pensaba en retener a Casco, declarado intransferible tras su frustrado pase a Boca, y apuesta fuerte a recuperar a Scocco, quien está trabajando en la puesta a punto física. Empieza a rodar la pelota. El Newell’s del Tolo dará sus primeras pinceladas de fútbol esta semana y ahí se verá si el entrenador ya convenció al grupo del cambio de sistema.