Rodrigo de Blasis, el joven de 23 años que el jueves a la noche fue baleado en la cabeza en la puerta de su casa, ubicada en Cafferata al 2900, murió ayer a la mañana en el Heca como consecuencia de la herida. La Fiscalía no cuenta con una hipótesis firme, por lo que no descarta ningún móvil.
El joven falleció alrededor de las 8 de la mañana en el Heca, adonde había sido trasladado luego de recibir un tiro en la cabeza “que le atravesó todo el cráneo”, dijo el director del hospital, Néstor Marchetti.
El jueves, cerca de las diez de la noche, Rodrigo de Blasis llegó a su casa al mando de su automóvil Peugeot 207 bordó. Llevaba como copiloto a su padre, Hugo Antonio, de 49 años. Estacionó en la puerta de su vivienda, ubicada en Cafferata al 2900, y su papá descendió a dejar los papeles del vehículo con la idea de retornar al auto para acompañar a su hijo hasta la cochera, que queda a media cuadra por la misma calle.
Pero un disparo alertó al hombre, que salió y observó cómo dos personas se alejaban en moto.
Los vecinos aseguraron que Rodrigo tenía la ventanilla alta y al parecer llegó una moto con dos hombres y una mujer sentada en el medio, aunque otros sólo vieron a los dos ocupantes masculinos. Incluso algunos sostuvieron que la moto pasó y después volvió hacia el auto.
Los vecinos suponen que, cuando los asaltantes se acercaron al auto, el joven conductor intentó huir de lo que era un atraco y uno de los recién llegados disparó. Fue una bala calibre 9 milímetros que rompió el vidrio lateral e ingresó en la cabeza de Rodrigo, que continuó la marcha, dobló por calle Amenábar y recorrió unos ochenta metros. El disparo que sufrió el joven ingresó por el parietal izquierdo de la cabeza y “le atravesó el cráneo” sin orificio de salida, explicaron fuentes sanitarias. Agregaron que falleció ayer por la madrugada luego de permanecer en terapia intensiva conectado a un respirador artificial.
El fiscal que investiga el homicidio es Ademas Bianchini. Fuentes judiciales indicaron que hasta el momento los indicios de la investigación desestimarían un intento de robo, ya no trataron de sacar el auto, ni llevarle algo a él. De todos modos esperaban el testimonio del padre para esclarecer el hecho.
Otro punto de la investigación es el rastreo de las cámaras de seguridad de la zona, ya que no se encontraron testigos que puedan identificar a los agresores que serían dos hombres en una moto.