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Asesinan a balazos a un albañil y apuntan a un narco de la zona

La víctima es Javier Barranquilla, de 37 años, quien tenía tres hijos y había salido en defensa de su cuñado.

Un hombre de 37 años fue asesinado de dos balazos anteayer en el barrio Triángulo en el medio de una gresca con otro vecino. Por el crimen, la Policía detuvo a un joven de 20 años, sospechado de ser el autor de los disparos. Una vecina que fue testigo de la muerte sostuvo que la víctima fue baleada por intentar defender a su cuñado. Y apuntó a Pandu, como se conoce en la zona sudoeste a un sindicado traficante, como el autor de la balacera.

La víctima fatal fue identificada como Javier Humberto Barquilla, un hombre de 37 años asesinado de dos tiros en el tórax tras una discusión entre vecinos ocurrida anteayer a las 20 en Felipe Moré y Rueda, en el barrio Triángulo. Según fuentes del caso, el martes a las 20.20 Javier ingresó al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, trasladado por un móvil policial, y fue atendido por personal de guardia. En el centro de salud, la víctima manifestó que había resultado herida en una riña en la calle. En horas de la madrugada, alrededor de las 5.30, el hombre falleció debido a la gravedad de las lesiones provocadas por los impactos de arma de fuego.

Esa misma noche, un joven de 20 años, identificado como Gustavo “Wichi” V., ingresó al hospital Carrasco por sus propios medios, con heridas de arma blanca superficiales en la región escapular. El muchacho fue curado y dado de alta, aunque quedó detenido en la seccional 13ª por su presunta participación en la pelea y por estar sospechado de ser autor de los disparos que terminaron con la vida de Javier.

Versiones

Desde la Fiscalía que investiga el hecho se sostuvo que son varias las hipótesis en relación con el móvil de homicidio.

Por un lado, los pestiquisasle atribuyeron la discusión a problemas entre vecinos de larga data. Sin embargo, no descartbana que el motivo de la pelea haya sido por deudas no saldadas en relación con la venta de estupefacientes. Por último, otra de las líneas de investigación apunta a un problema de un tercero, allegado a la víctima, con Wichi Sin embargo, la versión más fuerte fue dada a los medios por una vecina y testigo de los balazos que terminaron con la vida de Javier Barrierntos, que no dudo en contar todo lo que vio.

La vecina

Soledad es vecina del hombre asesinado. En declaraciones a Radio Dos y LT8 explicó que su casa está sobre la vía y comparte el patio con Cristian, cuñado de Javier, a quien el jueves le desvalijaron la casa. “Cristian ayer (por el martes) se ve que no aguantó mas, los escuchó a estos pibes que se reían de cómo le robaron, y salió afuera a reclamarles. Los conocía porque son los que siempre roban acá”, dijo la joven.

“Él salió a reclamarles por qué le robaron, había cinco pibes acá en el pasillo; cuando él les fue a reclamar lo patotearon, lo cagaron a palos”, describió.

Soledad sostuvo que Javier Barquilla intentó defender a Cristian. “Javier sale de su casa porque ve que le están pegando a su cuñado, va a defender y a separar; termina esto, y Javier lo lleva a Cristian a su casa”.

“Entonces Cristian agarra su moto y se va, ahí yo voy a la casa a cerrar la puerta porque había quedado todo abierto. Cuando estoy cerrando la puerta, lo tengo a Javier atrás mío, siento la voz de Pandu y fue como que vi al diablo. Escuché que venía gritando y me vine corriendo para mi casa, es a metros nomás. Ahí escucho cuatro disparos y cuando miro por la ventana lo veo a Javier tirado en el piso”, contó entre lágrimas.

Soledad volvió a su vivienda donde se encontraban su hija de 7 años y su hijo de 4.

“Reaccioné a agarrar a mi hijo y esconderlo porque se me venían a mi casa, dio la vuelta y Pandu se metió en mi casa con Wichi. Pandu es el traficante del barrio y yo sé que contando esto me estoy ganando la tumba, porque sé que las personas que reclaman aparecen muertas”, detalló la joven.

Temor

La mujer sostuvo: “Lo voy a contar porque casi matan a mi hija de 7 años. Cuando Pandu se mete a mi casa, patea la puerta preguntando dónde está Cristian, le digo: acá no hay nadie. La nena se ve que se asustó y quiso salir a buscar ayuda. Cuando sale el Pandu la para en la puerta y le apunta con el arma en el pecho, y yo atrás pidiéndole por favor que no la mate, que no le tire, que en mi casa no había nadie, que si quería que entre”. Y afirmó: “Javier termina muerto por nada, por separar. Por este Pandu que quiere manejar todo el barrio”. Vecinos del barrio afirmaron que Javier tenía tres hijos y que era un laburante que se dedicaba a la albañilería.

El crimen es investigado por la Fiscalía de Homicidios Dolosos, la Policía de Investigaciones y la comisaría 13ª.

Pandu, con tres pedidos de captura

En noviembre pasado, una familia que vive en la villa de Presidente Quintana al 4900, a pocos metros de la Vía Honda y de bulevar Avellaneda, denunció una brutal balacera contra su vivienda. Uno de los señalados por el ataque era Pandu, el hombre sospechoso en el crimen de Javier Barquilla, ocurrido a mil metros de esta agresión. Según dijeron vecinos se instaló hace poco más de un año en ese sector de la zona oeste y que, con violencia, pretende expulsar a algunos habitantes para quedarse con sus precarias viviendas y espacios, con el objetivo de abrir bocas de expendio de drogas.

El ataque incluyó tres decenas de disparos con pistolas nueve milímetros, según las vainas servidas que recogió Gendarmería en el lugar, e incluyó el roce de un proyectil a uno de los tres integrantes de esta familia.

Los agredidos le dijeron a este diario que les balearon su casa porque se instaló una banda que los quiere sacar del barrio. “Estamos todos amenazados de muerte. Ya muchos vecinos se tuvieron que ir. Vienen, te dicen que te vayas, te balean la casa y después se juntan 20 tipos, entran, te sacan todo a la calle y te tenés que ir”, describió un vecino.

Otro habitante del barrio reconstruyó que hace un año que llegó Pandu, quien está investigado por este último tiroteo y por dos hechos más. “Vinieron hace un año de la zona sur, algunos de Las Flores. Cada vez son más. Acá abrieron tres búnkers. Tienen todo tipo de armas y andan como si nada. Todos los vecinos quieren denunciar pero tienen miedo porque te tiran como si nada. Como al pibe que le pegaron un tiro en la cabeza”, describió el vecino en referencia al ataque que sufrió Alejandro Manuel R., el adolescente de 17 años que fue herido en el cráneo en Garibaldi y Rouillón el 27 de septiembre de 2013, cuando también fue baleado un chico de 14 años en la pierna. Ese día, testigos indicaron que Pandu bajó de un Fiat blanco y abrió fuego contra los pibes.

Pese a que se ordenó custodio para la familia, las víctimas señalaron que el móvil de la seccional 19ª nunca llegó y que en ese lugar sólo entraba, en esa época, Gendarmería.

Desde la comisaría argumentaron que les era imposible cumplir con la orden ya que contaban sólo con una patrulla. Hasta las últimas horas, cuando volvió a ser mencionado en un hecho violento, Pandu tenía encima tres pedidos de captura, todos acumulados en la investigación que lleva adelante la Unidad de Investigación y Juicio de la Fiscalía Regional.

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