Para el diputado socialista Eduardo Di Pollina, fue determinante que el gobernador Antonio Bonfatti haya decidido encabezar la lista de diputados provinciales para así ordenar la interna del Frente Progresista, justo cuando algunos dirigentes –como el socialista Rubén Giustiniani y el radical Mario Barletta– se lanzaron a disputar la
conducción de la coalición de gobierno.
Di Pollina militó hasta 2011 en el espacio interno del socialismo liderado por Giustiniani, pero se abrió disconforme con la postura que asumió el senador nacional, respecto de su propio partido, después de las primarias de aquel año. Desde entonces, el actual diputado provincial –quien irá por su reelección este año– se sumó al espacio de Hermes Binner y Antonio Bonfatti, que lleva al ex intendente Miguel Lifschitz como precandidato a gobernador.
“Es muy importante la presencia, encabezando la lista de diputados provinciales, del gobernador Bonfatti”, dijo Di Pollina en diálogo con El Ciudadano. “Eso fue determinante a la hora de construir este espacio dentro del Frente Progresista. La candidatura de Antonio (Bonfatti) convocó a la mayoría de la UCR y también la candidatura de Miguel (Lifschitz), producto de su vínculo con los senadores radicales. Estas propuestas viabilizaron muy rápido la posibilidad de convocar a una inmensa mayoría de sectores del Frente Progresista”.
En las listas de Lifschitz estarán representados todos los aliados del socialismo: el Grupo Interior y el MAR (ambos de la UCR), el PDP, el GEN, SI, Pares y Libres del Sur. “Es una lista frentista, bien representativa de lo que vamos a proponer a la ciudadanía en todas las categorías para las elecciones de abril”, indicó el diputado Di Pollina. Del lado de Barletta y Giustiniani quedó alineada la Coalición Cívica, que en el plano nacional cerró un acuerdo con el PRO pero en la provincia continúa dentro del Frente Progresista.
Di Pollina piensa que sin la presencia de Bonfatti el armado electoral hubiese sido más trabajoso: “No caben dudas de que el gobernador ha hecho un aporte muy importante a la hora de definir estas alianzas. En el partido le reconocemos una actitud militante que muy pocos hubieran tenido para seguir apostando a la continuidad de este proyecto político. Por eso valoramos su decisión; era una necesidad que él nos acompañara en este nuevo proceso político, cuando tranquilamente podría haber ido a un cargo legislativo nacional, pero eligió ponerle el hombro a la continuidad del proyecto, encabezar la lista de diputados y apuntalar la candidatura de Miguel Lifschitz”.
—¿Influyó que Bonfatti haya pasado toda su gestión con las dos cámaras legislativas en contra?
—Fundamentalmente creo que la mirada está puesta en darle continuidad al proyecto político y seguir gobernando la provincia. Por supuesto que, producto de esta experiencia, la idea de controlar la Cámara de Diputados es fundamental para el futuro. Si bien tenemos un gran reconocimiento a diferentes sectores de la oposición, tanto del Senado como de Diputados, que tan tenido una actitud constructiva sin resignar sus posiciones, no es lo mismo que el oficialismo conduzca las dos cámaras en lo que significa la marcha del gobierno de la provincia. A la hora de evaluar políticamente la situación, pesa todo. Pero la mirada estuvo puesta en darle continuidad al gobierno del Frente Progresista en la provincia.
Diferentes visiones
Consultado por el acuerdo entre Barletta, Giustiniani y el líder de la Coalición Cívica Pablo Javkin –quien irá a internas contra la intendenta Mónica Fein–, Di Pollina opinó que es una cuestión de “diferentes visiones políticas”, aunque le bajó el tono a cualquier disputa: “Son todos compañeros y decidieron conformar una alternativa democrática dentro del Frente Progresista, algo que es respetable”.
No obstante, ante las duras críticas que viene lanzando Giustiniani contra la gestión de Bonfatti, Di Pollina hizo un llamado a los socialistas de ese sector a “cuidar los intereses” del Frente Progresista en la campaña que se inicia. “Nos parece importante –siguió el legislador provincial– que haya una mirada constructiva en las propuestas que se hagan dentro del marco del frente, porque el adversario político está en otro lado”.
—¿Quién es el adversario? ¿El PRO o el PJ?
—Los dos. El justicialismo es un partido con una tradición enorme, con una historia muy importante en la provincia y que tiene dirigentes muy respetables para competir de igual a igual con cualquiera de las otras propuestas. Lo mismo el PRO, que es una expresión política con la que vamos a tener un debate ideológico y programático a la hora de discutir el futuro de la provincia.
—¿Cómo imagina el escenario en las generales?
—No sé, depende de los candidatos que elija el Partido Justicialista. Si elige buenos candidatos, que los tiene, yo creo que va a estar bastante repartida la elección.
—¿Es lo que más le conviene al Frente Progresista?
—Es posible. Son todos diagnósticos. El justicialismo representa otra expresión política. Es un partido con una historia, una tradición y tiene su programática. Y lo del PRO es una incógnita. Si bien es algo que está surgiendo ahora, están convocando a viejos dirigentes que estuvieron en la década del 90 con una participación muy activa y protagónica durante los gobiernos de Reutemann y Obeid. Creemos que es una vieja receta política que fracasó rotundamente. Ese es el debate que vamos a dar de cara a los santafesinos, porque los santafesinos tienen que conocer a la gente que vuelve de los años 90 a tratar de gobernar la provincia otra vez.
No volver a los 90
Ante el crecimiento del candidato del PRO, Miguel Torres del Sel, en las encuestas, Di Pollina advirtió sobre el “retroceso enorme” que significaría para la provincia un gobierno neoliberal. Para ello, mencionó algunas de las políticas implementadas por el ex ministro de Hacienda de Reutemann, Juan Carlos Mercier, hoy jefe de los equipos técnicos del PRO santafesino: la venta del Banco Provincia, la privatización de la Dipos y el intento de privatización de la EPE, “que terminó con un desguace total que prácticamente llevó la empresa a la ruina”.
Según el diputado socialista, la presencia de Mercier y de otros dirigentes reutemistas en el espacio de Del Sel –como Ricardo Spinozzi y Norberto Nicotra–, a los que tildó de “funcionarios totalmente coherentes con el neoliberalismo, es bastante representativa de la propuesta que va a tener el PRO en estas elecciones”.
