Inédito: La Florida sumará clases de kayakismo para chicos discapacitados a su grilla de propuestas. La primera clase será este martes y contará con cuatro alumnos con discapacidades intelectuales de entre 18 y 30 años. La meta principal será integrarse al deporte y al río; luego, poder cruzar el canal remando y sumarse, finalmente, a las clases regulares de la escuela. El balneario municipal La Florida está certificado como “Balneario Accesible” por el Ministerio de Turismo de la Nación, característica que le permite ser sede y pionero en esta propuesta piloto. “La accesibilidad no se trata sólo de condiciones edilicias, sino también de dotarlas de contenido”, señaló Lucas De La Torre, gerente general de la Empresa Municipal Costanera Rosario.
“Hermanarse, vincularse, compartir”, son las características que De La Torre destaca del kayakismo. “Es la posibilidad de dirigirse a donde se quiera por la fuerza del impulso, una relación con la naturaleza al ras del agua. Para eso no hay obstáculos edilicios: simplemente hay que animarse”, describe después.
El paso a la inclusión era entonces inevitable para Rosario, propuesta como “Capital del Kayakismo”, en tanto ciudad que se abre al río y la naturaleza. La posibilidad de que todos puedan disfrutar del Paraná es, entonces, casi una obligación, que de a poco se vuelve una propuesta concreta.
La actividad que comienza el martes será una experiencia piloto con cuatro alumnos. Si resulta exitosa se replicará con distintas instituciones de la ciudad. Estas clases están destinadas a personas con discapacidades psíquica, física y sensorial. Son gratuitas y las condiciones son mínimas: saber flotar, participar con un acompañante (familiar o terapeuta), presentar un consentimiento por parte del médico de cabecera, haber completado un permiso de participación y asunción del riesgo por parte de los padres o responsables de la persona.
Las clases van a estar dictadas por los profesores Fabricio Timó y Francisco Gerominez. Los dos son profesores de kayak de la escuela “Al otro lado del río”, que funciona desde 2012. Los docentes van a empezar con cuatro chicos mayores de edad, que ya saben nadar y que son discapacitados intelectuales. Irán con acompañantes y destacaron que los jóvenes alumnos sólo tienen un miedo: darse vuelta y no salir. “Como cualquier principiante”, advirtieron. Los docentes estiman que los encuentros durarán entre tres y cuatro horas. Comenzarán con técnicas básicas del kayakismo, conceptos, navegación costera y en aguas playas.
Con todo, las metas de la iniciativa no son pocas. La integración es la principal, pero también lograr avances técnicos es importante. Los docentes esperan poder realizar el cruce a las islas, y luego incluir a los chicos que quieran a las clases regulares de kayakismo.
“Balneario Accesible” con papeles
“Las clases gratuitas para discapacitados forman parte de la accesibilidad y el perfil inclusivo al que tiende La Florida”, destacó el gerente de la Empresa del Estado Municipal Costanera Rosario. En ese marco, Lucas De La Torre se refirió a la reciente certificación “Balneario Accesible” por parte del Ministerio de Turismo de la Nación, al espacio municipal fundado en la década de 1940 en Pueblo Alberdi, que entonces todavía era una localidad independiente de Rosario.
“La accesibilidad no es sólo de condiciones edilicias, también se trata de dotar de contenido al balneario”, explicó el funcionario. En ese marco, la empresa del Estado municipal realizó una serie de trabajos para adecuar al balneario a las Directrices de Accesibilidad para Servicios Turísticos, adoptadas por la cartera nacional en cumplimiento de protocolos internacionales. Entre ellas se destaca la adquisición de una silla anfibia que facilita la movilidad por la arena y el acceso al agua para personas con discapacidades motrices.
Además, en la serie de medidas de accesibilidad que fue cumplimentando La Florida se cuentan:
Entrada gratuita al balneario para personas con discapacidad y/o movilidad reducida más un acompañante.
Servicio gratuito de sombrillas y reposeras para personas con discapacidad.
Sanitarios, duchas y vestuarios de uso exclusivo para personas con discapacidad y /o movilidad reducida.
Acceso gratuito a la silla anfibia.
Cinco plazas de estacionamiento para uso de personas con discapacidad.
Señalética para la demarcación de los espacios.
Traducción a sistema Braille la oferta gastronómica de los bares y restaurantes de la playa.
Aplicación del Protocolo de Atención a Personas con Discapacidad y/o Movilidad Reducida.
Moverse hace bien a todos
Es vox pópuli: hacer deporte es bueno. También es vox pópuli: para las personas que sufren algún tipo de dolencia, discapacidad, enfermedad motriz, hacer deporte es más que bueno. Los docentes de la escuela “Al otro lado del río” explicaron qué significa esto de que un deporte sea bueno o más que bueno. “Para los discapacitados motores la práctica del deporte posibilita la readaptación física y psicológica, la lucha contra la incapacidad y la reintegración social. El deporte puede constituir la forma más natural de llevar a cabo sus ejercicios de rehabilitación de una forma más agradable, más lúdica y menos monótona”.
Un discapacitado psíquico, explicaron, encuentra en el deporte la mejor posibilidad de relacionarse con los otros y con el entorno social que le rodea, incidiendo positivamente en la sociabilidad de estas personas.
“Para el discapacitado sensorial, la práctica del deporte puede constituir una forma de obtener información, captar, aprehender y dominar el entorno que lo rodea. La práctica del canotaje como actividad recreativa permite una ampliación del horizonte de referencia, ya que el contacto con la naturaleza, y en especial el fluir del agua, ofrece una sensación de libertad, al sentir la velocidad en los desplazamientos de la embarcación. Los sonidos y las sensaciones que proporcionan el agua, el viento o las aves generan estímulos para la mente y el cuerpo, que actúan como revitalizadores terapéuticos contra el estrés de la vida cotidiana”.
