El presidente del club egipcio Zamalek, Murtada Mansur, acusó a la organización Hermanos Musulmanes de incentivar los disturbios de anoche entre «ultras» del equipo y la policía, que provocaron la muerte de 22 personas en la ciudad de El Cairo durante la previa del partido con Enppi, por la liga local. En declaraciones al canal Sada el Balad, Mansur aseguró que los «ultras» de los equipos egipcios son «el brazo militar de los Hermanos Musulmanes».
Los incidentes se registraron unas horas antes del partido que enfrentó a Zamalek con Enppi, después de que aficionados intentaran entrar en el estadio cuando los accesos ya habían sido cerrados.
«La Policía egipcia no ha hecho ni un disparo, solo lanzó gases lacrimógenos para dispersar a quienes se congregaban en la puerta del estadio», aseguró Mansur.
El Ministerio egipcio de Interior explicó que simpatizantes de ambos equipos intentaron irrumpir en el estadio de la Defensa Aérea, en el este de El Cairo, sin haber comprado las entradas para el encuentro.
Según el presidente de Zamalek, la intención de los Hermanos Musulmanes sería provocar el caos antes de la visita del jefe de estado de Rusia, Vladimir Putin, prevista para hoy, y obstaculizar el desarrollo económico que, según él, ha logrado el país recientemente.
Los Hermanos Musulmanes han sido declarados grupo terrorista por las autoridades, y reprimidos y perseguidos en todos los ámbitos después del golpe militar que en julio de 2013 derrocó al presidente Mohamed Mursi, miembro de esta agrupación.
Tras los sangrientos disturbios de anoche, la Federación Egipcia de Fútbol anunció la interrupción del campeonato hasta nuevo aviso y la Fiscalía abrió una investigación. El partido entre Zamalek y Enppi, de la Primera División de la Liga egipcia, estaba programado para el domingo, y aunque fue retrasado por los enfrentamientos, finalmente se jugó y acabó en empate 1-1.
Uno de los jugadores de Zamalek, Omar Gaber, se negó a jugar y los hinchas que ingresaron al estadio dieron la espalda al juego, en tanto en los alrededores se registraron vehículos y locales dañados.
La mayor tragedia del fútbol egipcio se registró el 1° de febrero de 2012 con 74 muertes en el estadio de Port Said, en un partido entre El Ahly y Masry.