La Unión Industrial Argentina (UIA) anunció ayer que solicitará una audiencia al Poder Ejecutivo y a las autoridades parlamentarias para expresar su “preocupación” por los alcances de los acuerdos firmados con China, luego de que el ministro de Economía, Axel Kicillof, saliera al cruce de la entidad al argumentar que sus críticas se debían a cuestiones políticas.
Los industriales intentarán pasar a otra instancia para exponer sus dudas sobre la adjudicación directa de obras de infraestructura con financiamiento chino y condiciones de ingreso de mano de obra, tras mantener una reunión interna en la cual debatieron esas cuestiones ya que “podrían afectar la provisión local de bienes y servicios”.
En este sentido, destacaron “la importancia de contar con la aclaración sobre el contenido y alcance de concesiones”, mientras insistieron en “conocer en forma detallada la totalidad de los acuerdos complementarios que puedan incidir sobre la producción y el empleo nacional”.
Críticas “electorales”
Las críticas por parte de la entidad fabril no fueron bien recibidas por el gobierno y el último cruce fue protagonizado por Kicillof, quien arremetió contra el secretario de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, al sostener que sus críticas se ligan con una “cuestión electoral” porque responde al precandidato presidencial Sergio Massa.
“Estamos más cerca de lo que se firmó con Angola de lo que se firmó con Brasil”, se había quejado el también diputado, por lo que el ministro fustigó su intención de “atacar todo lo que hace el gobierno”.
En este sentido, Kicillof sostuvo: “Ya sabemos que De Mendiguren responde a Sergio Massa, pero también sabemos que en unos meses hay elecciones en la UIA”. El ministro aseveró que durante su gira por China leyó las noticias de Buenos Aires y afirmó que “la cuestión electoral y el partidismo están tiñendo un poco las opiniones de empresarios y sus representantes”.
Economías complementarias
Al defender los convenios con el gigante asiático, el funcionario insistió en que los “datos objetivos” indican que la economía de la Argentina es “complementaria” con la de China porque en ambos países se producen y fabrican productos que son necesarios para la contraparte.