El odontólogo Ricardo Barreda continuará detenido en la cárcel por haber matado a su esposa, su suegra y sus dos hijas en 1992, luego de que la Justicia de Ejecución Penal de esa ciudad rechazara un pedido de excarcelación que proponía como residencia la casa de una mujer que se ofreció a alojarlo.
Así lo indicó el abogado del dentista, Eduardo Gutiérrez, quien dijo que la decisión fue adoptada por el camarista Raúl Dalto, quien tiene a su cargo el seguimiento de la ejecución de la pena de prisión perpetua impuesta a Barreda por el cuádruple asesinato.
«El juez no hizo lugar al pedido de esta vecina, pero dejó abierta la posibilidad de que se presente un nuevo domicilio para alojar a Barreda», precisó el abogado defensor.
Según explicó Gutiérrez, el magistrado rechazó el planteo al analizar «las condiciones particulares de la mujer que ofrecía el domicilio», Sonia García (49), quien, según el fallo no tiene medios de subsistencia ni ingreso fijo mensual, y no conocía con anterioridad a Barreda.
García ofreció en forma voluntaria su vivienda ubicada en el partido de La Plata, para alojar al odontólogo, a quien dijo que conoció en sus visitas a prisión.
El juez se entrevistó con ella el jueves pasado y también envió a realizar un informe ambiental sobre la vivienda, de dos dormitorios, living-comedor y unos 70 metros cuadrados.
La mujer realizó el ofrecimiento luego de que, en diciembre último, el mismo juez Dalto le revocó a Barreda la libertad de la que gozaba por considerar que existían «serios riesgos» en la relación de convivencia que tenía con su pareja, Berta André, dueña del departamento del barrio porteño de Belgrano en el que ambos vivían.
Si bien para acceder a la libertad el odontólogo no necesita un garante, sí debe aportar un domicilio de residencia para estar ubicable y poder ser monitoreado por el Patronato de Liberados, tal como lo establece la ley.
Para Gutiérrez, la decisión judicial es cuestionable, ya que los argumentos que marcó el juez pueden ser atendibles en los casos de una prisión domiciliaria o de una morigerada, pero no en la excarcelación de Barreda, motivo por el cual, adelantó, apelará el fallo.
Gutiérrez dijo que ahora se dedicará a tratar de conseguir un nuevo domicilio con otro tipo de características que satisfaga al juez, independientemente de que seguirá tras esta apelación.
Barreda se encontraba en libertad desde marzo de 2011, luego de ser condenado en 1995 a prisión perpetua por haber matado a escopetazos en su casa de La Plata a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24), en noviembre de 1992.