Los líderes reunidos en la capital bielorrusa de Minsk para hallar una salida al conflicto armado en el este de Ucrania acordaron ayer un alto el fuego, que regirá a partir de la cero de pasado mañana, el domingo 15 de febrero (a las 18 de mañana en Argentina), además de una retirada de armamento pesado, anunció el presidente ruso, Vladimir Putin. De la cumbre participaron los líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y François Hollande (quienes la convocaron en una serie de viajes relámpago la semana pasada), el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y el propio Putin.
Después de 15 horas de negociaciones, el jefe del Kremlin informó cerca del mediodía: “Hemos llegado a un acuerdo sobre lo importante”, dijo, tras admitir ante el periodismo: “No fue la mejor noche de mi vida”.
Putin aclaró además que se habían firmado dos acuerdos, uno declarando un alto el fuego y otro –del Grupo de Contacto en el que los beligerantes mantienen negociaciones con mediación rusa y en presencia de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (Osce)– para implementarlo.
Por su parte, Merkel sostuvo: “No hemos alcanzado todo, pero tenemos una esperanza bien concreta para Ucrania y para toda Europa”, evaluó y consideró que el acuerdo demuestra lo que “Francia y Alemania pueden hacer por la paz”.
Fue una velada referencia al peligro de “guerra total” que corrió por Europa cuando Washington se mostró dispuesto a entregar “armamento letal” a Kiev, y Moscú advirtió que lo tomaría como una intolerable agresión. En ese momento, Hollande acordó con Merkel buscar una solución europea al conflicto.
Ambos mandatarios se trasladaron de inmediato a una cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas, que comenzó con dos horas de retraso debido a las negociaciones en Minsk, informó la agencia de noticias DPA.
Repúblicas separatistas
Tras hacer su anuncio, el presidente ruso explicó además que las negociaciones fueron arduas y llevaron muchas horas debido a la negativa ucraniana a mantener contacto directo con las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL).
“A pesar de que no están reconocidas, hay que partir de la vida real, y si quieren conseguir un acuerdo duradero y construir relaciones hay que mantener contactos directos”, con la RPD y la RPL, opinó Putin.
Además, agregó que el acuerdo contempla la retirada del armamento pesado desde la actual línea en la que se encuentran las tropas ucranianas y desde las posiciones que ocupaban los rebeldes en el momento de los acuerdos de Minsk (firmados en septiembre pasado).
Desde esa fecha, los separatistas se hicieron con el control de cientos de kilómetros cuadrados de terreno, por lo que la zona sin armamento pesado será más amplia de lo que se acordó en su momento.
“Partimos de la base de que todas las partes del conflicto ucraniano van a manifestar contención hasta el cese total de las hostilidades”, subrayó Putin.
Ucrania “no cedió”
El presidente ucraniano Poroshenko, que según la agencia EFE apareció siempre arropado por Merkel y Hollande, aseguró por su parte que “no fue nada fácil” alcanzar un acuerdo para el alto el fuego y un arreglo pacífico al conflicto en el este ucraniano.
“De hecho se nos plantearon todo tipo condiciones inaceptables: concesiones, retiradas”, amplió a la prensa al término de la reunión.
Subrayó que en las negociaciones, Ucrania “no cedió ante el ultimatum” e impuso su postura de que “el alto el fuego debe establecerse sin ningún tipo de condiciones previas”.
Siguieron los combates
Mientras tanto, los combates no cesaron en la convulsionada región oriental de Donetsk, donde al menos siete civiles murieron y otros 14 han resultado heridos por fuego de artillería, informaron las autoridades municipales de esta ciudad, principal bastión de los separatistas.
El mando militar ucraniano confirmó los combates aunque señaló que antenoche se observó una disminución de los ataques contra las posiciones de las fuerzas gubernamentales.
Al igual que en las últimas semanas, la mayoría de los ataques lanzados por los milicianos estuvieron concentrados en la estratégica ciudad de Debaltsevo y sus alrededores, escenario de encarnizados combates entre las fuerzas gubernamentales y las milicias separatistas.
El conflicto comenzó hace un año, cuando los habitantes rusohablantes de las regiones orientales de Ucrania se levantaron en armas en contra de las nuevas autoridades surgidas de un golpe de Estado.
El gobierno de Kiev lanzó la “operación antiterrorista” contra los secesionistas, en la que más de 5.000 personas han muerto, según la ONU.
Estados Unidos y China felicitaron a la Cumbre de Minsk
Potencias como Estados Unidos y China felicitaron a los mandatarios europeos reunidos en Minsk por el logro de un acuerdo para el cese al fuego en el este de Ucrania. En un comunicado, la Casa Blanca expresó su beneplácito ante los nuevos acuerdos alcanzados en Minsk, que consideró “un paso potencialmente significativo hacia la solución pacífica del conflicto”, así como “una restauración de la soberanía ucraniana compatible con los acuerdos de Minsk de septiembre último”. China, a través de un comunicado de Hua Chungying, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, consideró que el acuerdo “aliviará la tensión en Ucrania oriental” y espera que “las partes interesadas… restauren en fecha próxima la paz y tranquilidad de Ucrania”.