Los padecimientos de la familia Espinoza parecen escenas sacadas de la más violenta película de acción, si la hay; pero no es ninguna ficción sino la cruda realidad que les dejó el asesinato de Gastón Espinoza, de 20 años. El joven fue masacrado por un grupo de personas mientras cuidaba la casa de su hermano Brian, quien desde días antes permanecía en el hospital porque tenía a su bebé internado en terapia intensiva. Ayer, quebrado por el dolor, el padre del joven acribillado aseguró que ni su nuera, sus nietos ni su otro hijo –el dueño del lugar– pueden volver al departamento de Polledo al 3500, en Zona Cero, “porque tienen miedo”. A diez días de ocurrido el hecho no hay detenidos por el brutal ataque, que además sacó a luz pública la existencia y actuación de pandillas organizadas que usurpan viviendas. En ese marco, equipos municipales comenzaron ayer a realizar un censo que relevará la situación de un millar de viviendas, para determinar si quienes las ocupan son sus legítimos dueños.
Si bien la causa está en plena etapa de recolección de pruebas e investigación, una de las hipótesis sobre el fatal ataque es que lo cometió una banda que pretendía usurpar la propiedad. En ese marco, desde la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo (DPVyU) se desplegó el relevamiento que continuará hoy y mañana.
Los hechos causaron conmoción en el barrio que se está alzando en el extremo norte de la ciudad, una obra emblemática por su dimensión y diseño, lanzada para dar respuesta al déficit de vivienda.
“Vengo todos los días a pedir justicia porque a mi hijo me lo mataron re-mal, me lo dejaron tirado con un montón de puñaladas y tiros en un sillón. Fueron más de doce personas y hasta dos mujeres participaron en el hecho”, contó angustiado el hombre ayer a la mañana frente a la puerta de la sede del Ministerio Público de la Acusación (MPA), donde estaba acompañado por los concejales radicales María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale.
Según explicó Espinoza, su hijo Gastón no tenía contacto con los presuntos responsables de su muerte, sobre los cuales señaló que muchos testigos dijeron que viven enfrente del departamento en el que ocurrió la tragedia, dentro de la villa conocida como Ciudad Oculta. “No sé si recibió amenazas o le buscaban bronca, pero a los que señalan que lo atacaron yo los conocía de cuando iba a visitar a mi hijo”, agregó el hombre.
Espinoza mencionó que la Policía se comprometió a poner custodia permanente en el lugar. “Pero estuvo nada más que 15 minutos y después nunca más apareció”, sostuvo.
Ahora, la preocupación de la familia, según confesó, es que, por miedo, los dueños de la casa no quieran volver al lugar en donde tienen sus muebles y todas sus pertenencias.
Por su parte, la concejala Schmuck se reunió ayer con el fiscal Pablo Pinto, quien investiga el crimen de Gastón. Tras el encuentro, sostuvo que “los familiares del joven asesinado están preocupados porque no hay avances en esta causa en la que más de doce personas participaron con saña”.
“Además –continuó– lo que pasó hace que se traslade la preocupación a muchos vecinos que están muy atemorizados, porque particularmente la calle Polledo está usurpada y los propietarios se fueron o intercambiaron su vivienda con otros porque son víctimas de la ola de violencia que allí se produce y que se cobró la vida de Gastón”.
Schmuck dijo que acompañarán a los familiares de la víctima para que se constituyan como querellantes y enfatizó: “La Justicia debe avanzar con más rapidez, en especial cuando los testigos aportan datos más que claves y corren peligro porque de una manera u otra están conectados con el hecho”. Y subrayó que no hay inteligencia policial “si en diez días no se pudo dar con el paradero de los delincuentes”, por lo que consideró que la seccional sub 2ª, que actúa en la Zona Cero “debería ser investigada”.
Este lunes, el titular de la URII, Miguel Oliva, dijo ante los micrófonos de Radio 2 que había una investigación en marcha sobre presuntas usurpaciones incluso antes del crimen de Gastón, por parte de la Policía de Investigaciones. “En estos momentos la PDI está con varias tareas investigativas en al zona como también zonas aledañas”, marcó el comisario, quien además caracterizó como “fundamental” la participación de los vecinos “para dar cuenta enseguida a la seccional más próxima o al 911 de alguna situación de anomalía”.
“Teníamos conocimiento de lo que pasaba, pero no con esta magnitud”, se sinceró el jefe policial. Y concluyó: “La investigación de la PDI está bastante avanzada, tienen identificadas a algunas personas que están con este accionar”.
En 8 de cada 10, todo OK
La Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo censó ayer 232 casas–de las más de mil entregadas a sus adjudicatarios– ubicadas entre Polledo y Salvat hasta Villa del Parque.
Del total relevado, un 80 por ciento demostró la posesión legal de sus hogares mientras que el 20 restante no lo hizo, “ya sea porque no se encontraban al momento de la visita o eran personas que cuidaban las casas de otras y no sabían dónde estaban los documentos”. Desde el organismo aseguraron que “el operativo se hizo en total paz y en ningún caso las personas entrevistadas declararon haber sido víctimas o testigos de hechos de violencia, asociados con usurpación de viviendas”.