Sobre ruedas. Ediles del oficialismo y la oposición mantuvieron ayer la primera de una serie de reuniones con vecinos para explicar y atender inquietudes sobre el sistema de transporte urbano, cuya nueva licitación esperan tener aprobada antes de mayo. El encuentro se realizó durante la mañana en el salón “Puerto Argentino” del Concejo Municipal y allí vecinos de los distritos Sur y Sudoeste escucharon un resumen del proyecto del pliego de licitación por parte de la subsecretaria de Movilidad, Mónica Alvarado. La funcionaria repasó el “sistema en red” propuesto por el Departamento Ejecutivo, que contempla tres clases de líneas, con distintas frecuencias cada una, que circularán por avenidas principales en un caso, vinculando los recorridos de éstas en el segundo y barriales que sólo harán recorridos en sus distritos en el último. A la hora de los reclamos la experiencia salió airosa: los pedidos se centraron en los recorridos más que en las frecuencias, y nadie consultó por el precio del boleto para sostener el ambicioso plan que propone el “Nuevo Sistema Integrado de Transporte”.
El proyecto de pliego de licitación, un voluminoso documento de medio millar de fojas, contempla tres redes de recorridos, con colores y diseños que diferenciarán a las líneas que cumplen uno u otros, en lugar de modelo tradicional que los diferencia por empresa.
En ese esquema, el proyecto contempla una red primaria con nueve líneas troncales que recorrerán la ciudad sobre ejes norte-sur y este-oeste, con frecuencias de 6 minutos y paradas distantes entre sí. Tendrán aire acondicionado, piso bajo para garantizar accesibilidad y asientos para pasajeros que los requieran y espacio para sillas de ruedas y carritos de bebés.
Esa red, que ocupará avenidas y calles principales se vinculará con los recorridos de otras 23 líneas. Estas conformarán la red secundaria con recorridos que abarcarán los barrios con más presencia territorial, distribuidos de tal modo que no pasen varias líneas por una calle y ninguna por otras. La frecuencia que estima el proyecto es de 10 a 12 minutos entre un servicio y otro.
Finalmente, el pliego propone una red barrial con ocho líneas más que cumplirán servicios “encerrados” esto es de un barrio a otro en forma directa, sin pasar por el centro, con una frecuencia de entre 12 y 15 minutos.
Con el nuevo sistema la idea es que cambie lo que hoy se conoce como “transbordo” –pasaje a un tercio del valor del boleto para facilitar las combinaciones para usuarios– ya que todo el sistema será por tiempo. El usuario abonará el boleto al inicio de su viaje y durante un período de tiempo –una hora de día, dos de noche, es la idea– podrá utilizar las líneas que necesite para llegar a destino, sin volver a pagar.
Palabra de vecinos
El proyecto de pliego para el nuevo sistema llegó al Cuerpo Legislativo el pasado 10 de noviembre. Pero entonces, el debate del proyecto de Presupuesto 2015 con el reajuste en la TGI y, precisamente, el aumento del boleto urbano se llevaron prácticamente todo el tiempo de los ediles, adentro y afuera del Palacio Vasallo, posponiendo el tratamiento de otros proyectos clave.
Ahora la comisión de Servicios Públicos puso primera con la licitación del transporte, que caduca este año y con quejas crecientes de usuarios sobre frecuencias, en particular las nocturnas. Y algunas más graves, de quienes han sido víctimas de delitos u otras situaciones mientras esperaban un ómnibus –el caso extremo fue la garita de 27 de Febrero y Liniers arrasada por un auto, hecho en el que perecieron dos mujeres que esperaban el colectivo y otras tres personas resultaron heridas– y aun de delitos sufridos dentro del transporte, por parte de falsos pasajeros.
Pero este tipo de reclamos no formó parte de la reunión. En cambio, sí se mencionaron demandas de larga data, como la miembros de la Vecinal Santa Teresita, que piden una modificación del recorrido de la línea 130: “Años atrás cuando funcionaba como línea 53, el recorrido incluía Fragata Sarmiento, Cafferata y Huemul, y luego fue modificado y los vecinos tienen que ir hasta Vera Mujica. Nunca tuvimos una respuesta”, recordó uno de los miembros.
También desde la vecinal Avrose aludieron a un pedido que formularon para quienes deben dirigirse desde la zona cercana a la calle Berutti hasta el hospital Español o el sanatorio Ipam y si bien acordaron con una línea el recorrido por bulevar 27 de Febrero insistieron en el referido pedido.
Desde la vecinal 25 de Mayo, solicitaron refugios en las intersecciones de bulevar Oroño y Uriburu, y avenida Ovidio Lagos y Uriburu, donde “hay paradas de líneas interurbanas e interprovinciales”.
Un vecino de Las Flores Este, en tanto, reclamó la necesidad de un servicio en un sector donde solamente llega la línea 140, a la que calificó de “valiente”, pero que “en horas pico no da abasto”.
La última intervención fue del área de Saladillo Sur, quien reclamó también una línea en la zona de calle Laprida.
Ante los pedidos, la ingeniera Alvarado tomó nota, aunque recordó, en el caso de los pedidos de refugios, que las esquinas mencionadas “serán puntos de conexión en el marco del nuevo sistema”, y sobre los recorridos marcó que “ya están previstos en el nuevo sistema” los cambios pedidos. Y recordó que, antes del envío del proyecto de pliego, desde el Ente de la Movilidad “se realizaron talleres con el objetivo de que los vecinos expusieran sus ideas y planteos para ser incluidos en los pliegos”.
Repasando las novedades
La actividad estuvo encabezada por el concejal Carlos Comi de la Coalición Cívica-ARI, titular de la comisión de Servicios Públicos, quien a sugerencia de su par justicialista Osvaldo Miatello, vicepresidente del Ente del Transporte, avanzó en un plan de reuniones menores con vecinos de cada distrito en lugar de un cónclave mayor con todos.
En ese marco, en la primera convocatoria participaron además los ediles Sebastián Chale, del bloque Radical; María Julia Bonifacio, del PRO; Miguel Cappiello y Manuel Sciutto, de la bancada Socialista; Diego Giuliano, de Rosario Federal y Aldo Pedro Poy, del Partido Demócrata Progresista.
Tras la presentación de la actividad, Mónica Alvarado repasó el sistema propuesto, detallando que los coches de la red primaria estarán identificados con color naranja y serán las que ingresarán a ciudades vecinas, en un esquema metropolitano. Serán la A, que recorrerá bulevar Rondeau-Alberdi y culminará en avenida Grandoli; la B, desde Casiano Casas, avenida Sabin, bulevar 27 de Febrero, San Martín, hasta el cementerio de Villa Gobernador Gálvez; C, por avenida Ovidio Lagos; D, que llegará a Funes y conectará con el Casino; F y G, por bulevar Avellaneda hasta la zona céntrica.
También recordó que está prevista la nueva línea Q de transporte eléctrico, hacia y desde la zona sudoeste por avenida Francia y que luego tomará el mismo recorrido que la actual línea K.
Y mencionó que las líneas secundarias que recorrerán los barrios del sur serán las 4, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22 y 23, a las que se sumarán algunas de las líneas barriales proyectadas en la red.
Alcoholímetro en rojo
Otro caso más, el sexto en poco más de un mes, de un taxista que se pasó de copas. En Ovidio Lagos y avenida Pellegrini, pasadas las 18, personal de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana le practicó un test al conductor del vehículo RA 0457, de 45 años, cuyo resultado arrojó una graduación de 0,83; muy superior al máximo permitido para un automovilista particular (0,50 gramo) e inhabilitante para un conductor profesional en servicio, cuyo máximo es cero.