La célebre Gitana y su pareja, el Fantasma –conocidos en las crónicas policiales por especializarse en robos calificados–, fueron ejecutados anteanoche en el interior de un Renault 19 en Las Campanillas, un camino de tierra que nace en la rotonda de la ruta provincial 14 de la localidad de Pérez. El doble crimen se conoció ayer por la mañana, cuando un camionero pasó por el lugar y vio los dos cadáveres dentro del auto. El cuerpo de Marisel Viviana Fernández, de 41 años, tenía tres disparos en el tórax y uno en la mano izquierda, y estaba en el asiento de atrás. El conductor del Renault era Alejandro Javier Viteli y fue ejecutado de tres tiros en la cabeza minutos antes de su cumpleaños número 26. Tenían todas sus pertenencias: el Fantasma llevaba 3.240 pesos en efectivo y a la Gitana le encontraron 700. La pareja contaba con pedidos de captura por no haber regresado de salidas transitorias, ya que estaban condenados desde fines del año pasado tras haber sido detenidos en julio por cuatro entraderas. Los investigadores se incautaron de siete vainas servidas calibre 9 milímetros e informaron que los disparos se hicieron desde fuera del vehículo. Se constató que no había marcas de frenada, por lo que investigan si el doble homicidio fue consecuencia de una reunión pactada que terminó mal o un ardid para dejar a la pareja a merced de sus verdugos.
Alrededor de las 9 de ayer, el camionero José A., de 46 años, circulaba a bordo de su Fiat Iveco por el camino de tierra Las Campanillas. Venía de descargar y le llamó la atención un auto estacionado en medio de la nada. El camionero se acercó al Renault 19 azul y se encontró con los cuerpos de Viteli en el asiento del conductor y con el de la Gitana atrás, del lado izquierdo. Cuando los pesquisas llegaron al lugar encontraron que el auto tenía las llaves puestas. Cerca de la parte delantera del vehículo había cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros y en el interior, sobre la alfombra delantera, se hallaron otras tres cápsulas del mismo calibre.
De acuerdo con los resultados de los primeros peritajes, el cuerpo de la Gitana tenía tres disparos en el tórax y uno en la mano izquierda. El cadáver del Fantasma estaba en el asiento del conductor, tirado hacia el volante, con tres tiros en la cabeza. Estaban vestidos con remera, jeans y zapatillas.
El Renault 19 sedan, de cinco puertas, color azul y modelo 98, no tenía pedido de secuestro. En la investigación se descubrió que la propietaria es una rosarina, quien dejó registrada la venta del auto el 14 de octubre de 2014.
Tras el hallazgo, Natalia V., de 35 años, se presentó en el lugar y reconoció el cuerpo de su hermana. La mujer dijo que no podía dar cuenta del último domicilio de la Gitana y aseguró que lo único que sabía sobre ella era que no había regresado la cárcel de mujeres tras una salida transitoria.
En tanto, José V., de 26 años, reconoció que el conductor era su cuñado, dijo que ayer era el cumpleaños del Fantasma y sostuvo que lo único que sabía era que en diciembre de 2014 había recuperado la libertad tras purgar una condena en Piñero.
Los investigadores no determinaron la hora en que ocurrió el doble crimen. Sin embargo, vecinos contaron que alrededor de las 23.30 de anteanoche se escucharon detonaciones.
El caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad Especial de Homicidios Dolosos Florentino Malaponte, con la colaboración del personal de la Policía de Investigaciones (PDI) y de la comisaría 22ª de Pérez, por razones de jurisdicción.
Una singular habitué de las páginas policiales en los últimos 15 años
Marisel Fernández fue durante una década y media una habitué de las crónicas policiales. Las últimas noticias que se tuvieron de ella datan de julio del año pasado, cuando la Unidad Regional II desbarató una banda dedicada a las entraderas que tenía como única figura femenina a la célebre Gitana. En esa oportunidad, le adjudicaban cuatro golpes idénticos en la zona sudoeste. Las víctimas relataron que una mujer rubia y tres hombres, todos vestidos como policías, llegaban alegando que tenían órdenes de allanamiento y concretaban los robos.
Marcelo Argenti fue el abogado de la Gitana Fernández y el Fantasma Viteli. Los representó cuando cayeron presos en julio de 2014. El abogado explicó que por esos cuatro hechos logró juicios abreviados, en los que los condenaron a seis años de prisión.
Sin embargo la Gitana consiguió un beneficio extra: una salida mensual para ver a su hija de seis años. Pero en enero, las salidas fueron dos al mes, y en una de ellas no regresó al penal. Viteli consiguió un juicio abreviado de similares características. Pero con el beneficio de tres horas bimensuales con custodia de salida. También pesaba sobre él una causa por drogas en Corrientes, por la que estaba por someterse a un juicio oral.
Caídas
La de 2014 no fue la única aparición de la célebre Gitana. El 15 de marzo de 2004, mientras la Policía llegaba a su casa de Barra al 3400, en barrio Bolatti, con una orden de allanamiento para detenerla por un asalto ocurrido en los días anteriores, ella ingresaba al Heca con la cabeza rota. Minutos antes, asaltó con varios hombres una distribuidora de 24 de Septiembre al 3500, pero en un descuido el dueño se les escapó.
Pese a que le metieron un tiro en la rodilla, alcanzó a subir a un colectivo y desvió su recorrido hasta la seccional 18ª, donde denunció el episodio. Uno de los ladrones y la Gitana huyeron en una moto Honda y chocaron en Villa Gobernador Gálvez contra un Dodge 1500. El conductor de este vehículo, un carnicero de 70 años que atravesaba una profunda crisis a raíz de la muerte de su esposa, se desesperó al ver a los dos motociclistas malheridos, fue hasta su casa y se suicidó de un disparo. En el suelo había quedado la Gitana, con traumatismo de cráneo, del que fue atendida en el Heca. Pero en la guardia del hospital se topó con familiares del comerciante baleado en la rodilla. Y vieron cuando de su ropa cayeron algunos objetos sustraídos del negocio, además de un cargador de pistola 11.25 y una bolsa con 85 pesos en monedas.
El dueño de la moto que protagonizó el accidente de tránsito era nada menos de Diego Oscar Demarre. El mismo que con el apodo de Tarta sería asesinado el 27 de mayo de 2013 en su casa de Seguí y Entre Ríos, caso que tiene procesado a Ariel Máximo Cantero, alias Guille, sindicado líder de los Monos, acusado de matar a Demarre responsabilizándolo como quien entregó a su hermano Claudio, el Pájaro, para que lo asesinaran frente a un boliche de su propiedad en Villa Gobernador Gálvez un día antes.
La Gitana había caído bajo acusación de robo en septiembre de 2001 en el complejo Village de zona oeste, luego de que la Policía montara un operativo que incluyó efectivos disfrazados de carteros, barrenderos y choferes de camiones de un supermercado. Un impactante operativo que tuvo mucha repercusión en la prensa.