El Concejo Municipal volvió a sesionar ayer tras el receso estival, y a tomar carrera para la semana que viene, cuando está previsto el inicio del período ordinario de sesiones con la apertura de la intendenta Mónica Fein. Con dos sesiones extraordinarias en la misma jornada, el recinto del Palacio Vasallo volvió a cobrar actividad y también consenso: salvo en un tema, una declaración que cuestiona al gobierno del presidente Nicolás Maduro por la situación de los derechos humanos en Venezuela, todo resultó aprobado por unanimidad. En ese marco, uno de los proyectos votados modificó la ordenanza vigente de sendas peatonales en los cruces de calles: el eje del proyecto es intentar que los automóviles respeten el espacio para el paso de los peatones, en lugar ocuparlo a la espera de poder atravesar las bocacalles. Y para eso la idea es que además de las marcas de pintura, tenga una presencia física más contundente.
La iniciativa, elaborada por los ediles del PRO Roy López Molina y María Julia Bonifacio, introduce un cambio en la ordenanza 6.543, el nuevo Código de Tránsito local vigente desde 1998.
La modificación es una sola, al artículo 31 del Código, que define la senda peatonal. El texto introducido establece que la senda “podrá ser «retraída», en aquellos casos en que la misma finalice previa a la línea de edificación”, y que “podrá ser «elevada» en aquellos casos en que la misma ascienda progresivamente hasta la altura de la acera”.
Hecha la modificación, la ordenanza votada ayer establece, en su segundo artículo, que el Ejecutivo municipal realizará un “estudio y relevamiento” de “las intersecciones de arterias que ameriten retraer y/o elevar la senda peatonal en los carriles de circulación vehiculares respectivos, en particular cuando la persistencia y caudal del tráfico así lo impongan”.
Finalmente, el tercer artículo dispone que el Ejecutivo instalará la señalización correspondiente, advirtiendo a conductores y peatones de la nueva senda peatonal.
La idea, claro está, pone particularmente la lupa sobre calles céntricas –donde la congestión de vehículos es un dato cotidiano en horarios pico de días hábiles–, en avenidas y bulevares de toda la ciudad y en las calles troncales de todos los barrios, donde suele transitar gran cantidad de vehículos particulares y del transporte público.
En esas arterias se suele dar la dificultad para el cruce de peatones en situaciones de embotellamiento, en las que vehículos particulares pueden quedar sobre la senda peatonal por atascamiento, por el corte del semáforo o simplemente por desaprensión.
Los ediles del PRO, en los considerandos de la iniciativa, directamente lo describieron como “el caos vehicular que se produce en las intersecciones de las arterias más transitadas”. Y marcaron que “es de público conocimiento que gran parte de los automovilistas desconocen el uso de la senda peatonal, siendo ésta empleada como un espacio más de aparcamiento a efectos de poder tener completa visión de la intersección a cruzar o del semáforo respectivo”.
En ese marco, López Molina y Bonifacio argumentaron “la necesidad de garantizar a la comunidad en general y a los peatones en particular la posibilidad de libre circulación”, y postularon que “la retracción y/o la elevación de las sendas peatonales permiten una mejor regulación y ordenamiento del espacio público”.
El “Cuándo llega” con sonido público
El Concejo también acompañó ayer con voto unánime de los ediles una singular iniciativa de inclusión. La idea en cuestión fue presentada por nota por el Instituto Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y puntualiza, con toda lógica, que las personas con disminución visual o ciegas no pueden las pantallas dinámicas instaladas en las paradas de colectivos, por lo que proponen que la información sobre próximos arribos también se realice a través de dispositivos sonoros.
La iniciativa aprobada es un decreto que encomienda al Ejecutivo municipal un estudio de factibilidad para “la instalación y funcionamiento de un sistema sonoro en las pantallas de información dinámica” en las paradas del transporte urbano de pasajeros “para que las personas no videntes tengan accesibilidad a ellas y puedan informarse sobre arribo del colectivo”.
Además, pide que el servicio se implemente “en todas las paradas de la ciudad”, y sugiere como mecanismo “un botón para activar un micrófono”, ubicado a 1,20 metro del suelo.
En los considerandos de la idea cursada por los directivos de la Medalla Milagrosa se recuerda que las personas con discapacidad visual no tienen la libertad de transportarse en colectivos de manera autónoma, “ya que necesitan de otras personas que les informen qué línea de colectivo esta arribando”. El dispositivo, que se activa por demanda, viene a cumplir específicamente la función que otras personas hacen por solidaridad.
También recuerda que la Convención internacional sobre derechos de personas con discapacidad, de la que la Argentina es signataria, establece que los Estados parte “se comprometen a adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean pertinentes para hacer efectivos los derechos” de las personas con discapacidad.
Municipales con más plata
La recuperación del Instituto Municipal de Previsión Social (IMPS) no tiene techo. Así lo marcó el edil Héctor Cavallero, representante del Concejo en la entidad, quien habló de un superávit de 300 millones de pesos, y una deuda del Palacio de los Leones de 74 millones. En ese marco, propuso que el aumento salarial que recibirán los municipales tras las paritarias, que en el primer mes se destina en su totalidad al IMPS, vaya mitad para el Instituto y mitad para los trabajadores. Será por este año, aunque su idea es hacerlo permanente.