La reciente y publicitada visita de una candidata local a la ciudad de Bilbao brinda una buena oportunidad para repasar la larga y fluida relación entre esa ciudad española y Rosario.
Es para destacar en primer lugar que nuestra ciudad tiene un hermanamiento con la capital del País Vasco desde el año 1988. Desde entonces, y a lo largo de distintas gestiones, Rosario y Bilbao han realizado numerosos intercambios de experiencias, articulado acciones en diversas redes internacionales y participado en consorcios de ciudades que gestionan proyectos de alto impacto urbano.
Pero para quienes hemos sido parte de algunos de esos momentos de cooperación mutua, seguramente uno de los resultados más trascendentes haya sido la elaboración del Plan Estratégico Rosario a finales de los 90, proceso en el cual Bilbao Metrópolis 30, una de las agencias de desarrollo metropolitano más importantes de Europa, prestó asistencia técnica y colaboró en la elaboración, junto con la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), la Fundación Friedrich Ebert y el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (Cideu).
Más allá de ese plan que mereció reconocimiento a nivel nacional e internacional y que hoy vive su segunda época a través del Plan Estratégico Rosario Metropolitana, nuestra ciudad y Bilbao integraron junto a Montevideo y otras cuatro importantes metrópolis de América latina y la Unión Europea, el proyecto del Programa URBAL en su fase III: “Revitalización socio-urbana y articulación de políticas hacia la integración social en áreas centrales degradadas”, un proyecto de tres millones de euros que finalizó en mayo de 2013.
Como fruto de esta iniciativa de cooperación, la Unión Europea distinguió a Rosario como experiencia destacada en materia de cooperación público privada por el trabajo realizado por la Agencia de Desarrollo Región Rosario, el Polo Tecnológico Rosario, el Ente Turístico Rosario, la Feria Internacional de la Alimentación Rosario (Fiar), la Fundación Ciudad de Rosario, el desarrollo urbanístico Puerto Norte y el programa Museo Urbano Arte a la Vista.
En otro orden, la ciudad de Bilbao gestionó y contribuyó –en el marco del hermanamiento entre las dos ciudades– a la concreción del proyecto de apoyo integral a la gestión de Centros de Formación Profesional destinado a la renovación de Centros Educativos de capacitación laboral de Rosario.
Hubo en nuestra ciudad innumerables gestiones de estudios y proyectos sobre el posicionamiento turístico e internacional de Bilbao a partir del impacto producido por la instalación del Museo Gugenheim. Esta experiencia, entre otras, inspiró el proyecto de Puerto de la Música, del arquitecto Oscar Niemeyer, iniciativa, a veces cuestionada, tal como sucediera con el citado museo bilbaíno hasta que se visualizaron los altos efectos positivos que su concreción aportó a Bilbao.Siempre es bueno conocer y estudiar experiencias de otras ciudades en el mundo. Conocer sus culturas, modelos de gestión o proyectos exitosos. Pero también lo es conocer y reconocer los grandes proyectos de innovación y transformación ejecutados en nuestra ciudad en los últimos años.
Rosario ha estudiado, y lo sigue haciendo, las buenas experiencias internacionales. No con la idea de replicarlas livianamente, sino para transformar su propia realidad a partir de importantes procesos participativos y de profundas consultas ciudadanas.
Ese fue el punto de partida para plasmar nuestros sueños colectivos. El camino está abierto. Sigamos transitándolo junto a nuestra gente y sus instituciones.
(*) Secretario de Regiones, Municipios y Comunas, y coord. eject. Plan Estratégico de Santa Fe. Fue concejal y secretario de Gobierno de Rosario