Un muchacho de 21 años fue herido de bala anteayer por un cabo de la Unidad Regional II en un intento de robo, según la versión oficial. De acuerdo con voceros del caso, el policía estaba realizando tareas administrativas en barrio Matheu cuando el joven en cuestión intentó robarle usando una pistola de aire comprimido: el asaltado se identificó como empleado de la fuerza, desenfundó su arma reglamentaria y le disparó. Hasta anoche, el herido se encontraba internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez en estado reservado.
Eran las 16 del jueves y el cabo R. circulaba en su moto Honda de 125 centímetros cúbicos por barrio Matheu repartiendo citaciones de la comisaría 15ª. En su recorrido debía pasar por una casa de Moreno al 4500 B, para comunicarle a un vecino su situación legal.
Fue allí donde tuvo el encontronazo. De acuerdo con voceros del caso, cuando llegó a la vivienda en cuestión detuvo su marcha, bajó de la moto y se abocó a sacar de su bolso la información que debía entregar. El cabo trabajaba de civil, algo que sería determinante para el desenlace de los hechos: es que, mientras esperaba a ser atendido, se le apareció un joven, quien con un arma lo intimó para que le entregara la moto, según contaría después el cabo ante el sumariante.
Siempre según fuentes oficiales, en ese momento el cabo R. se identificó como miembro de la fuerza policial y exigió al muchacho que depusiera su actitud; pero ante un movimiento brusco de su contrincante, desenfundó su arma reglamentaria y le dio un tiro en el abdomen.
El herido fue trasladado en un patrullero de la UR II hasta el Heca, donde fue ingresado de urgencia e intervenido quirúrgicamente debido a la gravedad de la herida.
Según el parte médico, el presunto ladrón sufrió una herida de arma de fuego en el estómago, resultado de lo cual el proyectil le quedó alojado en el cuerpo. Hasta anoche el muchacho se encontraba internado, en estado reservado.
El herido fue identificado como Carlos Alberto F., de 21 años, un joven con antecedentes penales por robo, informaron fuentes del caso.
Cuando la escena del crimen fue peritada por los investigadores, constataron que el arma que empuñaba el sindicado ladrón era una réplica; es decir, una pistola similar a las originales pero que en vez de disparar balas, lanza balines mediante un sistema de aire comprimido. “Queremos aclarar que es muy fácil confundir este tipo de armas con las originales; son de metal y tienen el mismo tamaño que las otras. Por lo que el hombre actuó en legítima defensa”, señalaron a El Ciudadano allegados al cabo R.
La mecánica y el móvil del hecho son investigados por el fiscal de la Unidad de Flagrancia, con la colaboración de personal de la División de Judiciales de la UR II.