Hace meses que el fin de semana llena los portales de noticias locales con al menos un operativo vehicular donde se remiten vehículos al corralón. En las últimas semanas se agregó la novedad de taxistas detenidos por personal de Tránsito comprobándoseles que conducían con alcohol en sangre. La historia es más o menos siempre la misma: veinte motos, cinco autos, falta de documentación o casco, y a continuación la palabra del secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, quien levantó el control vehicular como su principal bandera de gestión.
Más de 25 mil remisiones al corralón en un año fue sólo parte de las consecuencias de esta política sostenida que busca modificar las conductas de los rosarinos. De un año a otro aumentó la cantidad de conductores que por infracciones perdieron transitoriamente su licencia y tuvieron que pagar multas. Desde el Tribunal de Faltas, su directora, Stella Splendiani, explicó que son muy pocos los que apelan la inhabilitación ya que para revisar el fallo el infractor debe rehacer todos los exámenes para obtener la licencia –psicofísico, teórico y práctico– y luego pelearla frente al juez. La mayoría prefiere cumplir con la pena, esto es, multa monetaria y retención de carné por el tiempo que determinó el Tribunal de Faltas.
Aun así sigue siendo más la cantidad de infracciones vehiculares ligadas al estacionamiento medido que las restantes, y el El Ciudadano accedió a estadísticas sobre infracciones vehiculares, que se incrementaron un 15 por ciento.
Retención de licencias
Desde el municipio informaron que en 2014 hubo 1.637 inhabilitaciones por infracciones vehiculares, promedio que aumentó, reconoció Splendiani, con el sostenimiento de operativos de calle. Con distinta duración –desde quince a treinta días hasta cuatro años– todas incluyeron una multa económica. Cabe recordar que el único caso en que la inhabilitación puede extenderse más de cuatro años sin llegar a una instancia judicial es cuando el conductor inhabilitado es encontrado manejando sin licencia.
Consultada por la cantidad de apelaciones a la inhabilitación, Splendiani refirió que en general el porcentaje es bajo: entre un 5 y 6 por ciento del total de los casos. La mayoría prefiere cumplir con la pena –multa monetaria y retención de carné por “x” cantidad de tiempo– que apelar porque para hacerlo se debe volver a rendir todas las instancias necesarias para obtener el carné de conductor: examen teórico, psicofísico y práctico.
Infracciones en alza
En 2014 hubo, según indicaron desde el Tribunal de Faltas, 1.116.000 infracciones vehiculares, alrededor de un 10 por ciento más que en 2013, cuando se registraron 909.456. “Puede haber más de un acta por infracción. Por ejemplo, en un control de tránsito se labra una misma acta al conductor de una moto. Puede incluir infracción por falta de uso de casco, falta de licencia de conducir u otros documentos. Eso se equilibra cuando también hay varias infracciones que realiza un conductor que, por ejemplo, se da a la fuga y no se computa todo: fuga, giro en U, etcétera”, graficó Splendiani.
En el ranking de infracciones de tránsito, encabezan la lista multas por violación al régimen de estacionamiento medido.
“Este punto era aún más alto el año anterior a cuenta de que muchas personas preferían pagar la multa a los tickets de estacionamiento. Ahora que los valores son más altos notamos que bajó la cantidad de multas. La gente se cuida más”, precisó Splendiani.
Seguido en la lista están aquellos conductores que no respetaron la línea de frenado y fueron capturados por algunas de los radares con cámara incorporada que hay en la ciudad. “Imprudencia y apuro”, calificó la directora del Tribunal sobre este punto.
Los dos primeros puestos del ranking llevan una multa económica de entre 35 y 150 unidades fijas (una unidad fija es equivalente a un litro de nafta). Serían valores entre los 400 y 1.650 pesos.
En tercer lugar del ranking están las infracciones por excesos de velocidad cuya multa va de 1.900 a 6 mil pesos (entre 150 y 500 unidades fijas). Les siguen las multas por estacionamiento en lugar prohibido y pasar las luces rojas de los semáforos, con similares consecuencias monetarias para el infractor. Cierran los primeros lugares en cantidad de multas la falta de documentación de rodados o de uso de casco en motociclistas.
Más abajo en el listado están los estacionamientos en doble fila (más de nueve mil actas) con retención del carné de conducir al infractor en el 10 por ciento de los casos.
Otro taxista alcoholizado
El conductor de un taxi que la madrugada de ayer embistió una camioneta estacionada estaba alcoholizado, según pudieron comprobar los agentes de tránsito que concurrieron a bulevar Oroño 1062 alertados por vecinos que habían presenciado lo ocurrido. Según fuentes oficiales, el hecho se produjo ayer minutos antes de las cinco de la mañana.
El taxista, que conducía un vehículo de alquiler Fiat Siena, embistió a una camioneta Chevrolet que se hallaba estacionada en el tradicional paseo entre San Luis y San Juan.
El test de alcoholemia indicó que V. C. (tales sus iniciales) manejaba con 0,91 gramo de alcohol por litro de sangre.
Para los conductores de unidades del servicio público la tolerancia es cero. El año pasado los casos detectados fueron catorce, y en lo que va de 2015 ya se constataron ocho.
DOBLE SANCIÓN
Otro de los hechos que más se repitió en este comienzo de año fue que a varios choferes de servicios públicos, en su mayoría taxistas, se les retiró la licencia por haber consumido alcohol mientras trabajaban. “Independiente de la sanción que realiza Servicios Públicos municipal, se le aplica el mismo criterio que a cualquier ciudadano. Multa y retención de licencia”, señaló Splendiani.