El líder de la barra brava de Newells, Diego “Panadero Ochoa”, logró el dictado de un falta de mérito en una causa donde se lo investiga por el ataque a balazos que sufrió su ex ladero Matías Pera. No es la única causa que pesa sobre el Panadero, ya que fue procesado por varios hechos graves por el juez de Instrucción 9ª, Javier Beltramone, aunque la Cámara Penal sólo confirmó su participación como instigador en el crimen de su antecesor en la barra brava leprosa, Roberto “Pimpi” Caminos. A su vez, el tribunal dispuso el reenvío de la causa por el ataque sobre Pera al juzgado de primera instancia a cargo de la magistrada Mónica Lamperti, quien resolvió dictar falta de mérito para Ochoa en este expediente, con lo que su situación procesal se alivia cada vez más. Por otra parte, la magistrada desechó el pedido de arresto domiciliario monitoreado por cámaras que propuso su defensa, decisión que fue apelada.
Ayer, el Panadero fue trasladado desde su lugar de detención a los Tribunales, donde fue notificado de la decisión que lo beneficia. El hecho por el que fue acusado tuvo lugar en el 21 de noviembre de 2010, cuando Pera, integrante de la barra de Newell’s, fue baleado en Isola y Pasaje Santafesino, en zona sur. Pera fue trasladado al Heca con disparos en el abdomen, tórax, brazo derecho y muslo izquierdo. La víctima, que logró recuperarse en pocos días, sostuvo que el agresor adjudicó el ataque a Ochoa y reconoció al tirador como un tal Cachorra. Por ese ataque a balazos, un joven llamado Jonatan Creciente fue procesado y actualmente la causa se encuentra en trámite en Sentencia 5ª.
Por su parte, Ochoa fue acusado como instigador de la balacera, aunque luego el caso fue archivado hasta que el juez Javier Beltramone decidió en contrario.
En el juzgado de Beltramone se acumularon cuatro acusaciones contra el Panadero.
Todas están vinculadas con la barra brava leprosa. De hecho fue procesado por instigar el homicidio de su antecesor, Pimpi Caminos –caso por el que hay tres condenados–, también por estar atrás de una balacera primero y del homicidio después de Maximiliano Rodríguez, apodado Quemadito. Este muchacho, asesinado en febrero de 2013 en Pellegrini y Corrientes, es el hijo de Sergio “Quemado” Rodríguez, quien saltó a la fama en septiembre de 2010 cuando dejó al Panadero en calzoncillos en la popular rojinegra.
Pero también por haber asesinado a tres militantes sociales dos años después en Villa Moreno, en venganza por otra balacera sobre el Quemadito.
Los cuatro procesamientos que pesaban sobre el Panadero fueron a la Cámara Penal, que sólo respaldó la causa por el crimen de Pimpi y entendió que la imputación a Ochoa como instigador del atentado a Matías Pera no fue resuelta en el fallo, y dispuso su reenvío al juzgado de instrucción para que emita un nuevo pronunciamiento. Ahora, la jueza Mónica Lamperti resolvió dictar una falta de mérito en el caso. Si bien el contenido de la resolución no trascendió, la defensa de Ochoa, a cargo de Ignacio Carbone y Juan Ubiedo, explicó que los elementos de prueba que existen en el expediente no son suficientes para sostener la acusación en contra de su defendido en el caso. A su vez, los letrados apelaron la denegatoria al pedido de arresto domiciliario del ex mandamás del paravalanchas leproso, al entender que no hay fundamentos para no otorgar el beneficio, y aclararon que su defendido fue desvinculado en tres de las cuatro hechos en los que fue acusado.