Central, pese a jugar con un jugador menos durante todo el segundo tiempo, le ganó a Temperley por 1-0 en el estadio Gigante de Arroyito, sin público, por la quinta fecha y se mantuvo en la cima del torneo de fútbol de Primera División con puntaje ideal.
El único tanto del conjunto que dirige Eduardo Coudet, que finalizó con diez futbolistas por la expulsión de José Luis Fernández (45m. PT), lo convirtió Marco Ruben (21m. ST), el máximo goleador del certamen con cinco gritos.
Central, con el triunfo (el quinto en igual cantidad de partidos), llegó a 15 puntos; en tanto Temperley, con la derrota (la tercera en los últimos cuatro encuentros), quedó con 4 unidades.
El primer cuarto de hora fue entretenido, con una mayor tenencia de la pelota del conjunto local, aunque sin grandes diferencias respecto del visitante.
Los dos equipos buscaron el arco rival y ambos tuvieron sus ocasiones de gol, pero fallaron en la definición.
No hubo muchas llegadas de peligro a los arcos. La primera chance la tuvo el canalla a través de un remate de Marco Ruben, que fue salvado sobre la línea, a los 10 minutos.
Dos minutos más tarde contestó Temperley con un remate y un cabezazo que fueron contenidos por Caranta.
Luego, el encuentro decayó porque ambos ajustaron las marcas y también los jugadores sintieron la alta temperatura (poco más de 30 grados).
A los 44 minutos se fue expulsado el mediocampista de Central, José Luis Fernández, quien recibió dos amarillas en la misma jugada, por dos faltas cometidas en menos de 3 minutos y sin que se haya interrumpido el juego.
En la segunda mitad y pese a jugar con un hombre más, Temperley no asumió el protagonismo, aunque tuvo una chance de riesgo muy clara al minuto con un centro raro de Gabriel Esparza que picó y pegó dos veces en el travesaño ante un Caranta que quedó enceguecido por el sol en su rostro.
Pero Central aprovechó la única chance que tuvo y a los 21 minutos, con un pase brillante de Cervi y una gran definición de Ruben, que puso el 1 a 0 que lo convirtió así en el goleador del certamen con cinco gritos.
Luego el equipo local se dedicó a conservar la ventaja y le cedió campo y pelota a un Temperley que no tuvo ni fútbol ni ideas. Así el 1-0 permaneció inalterable.
