El titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar), Carlos Mellano, junto con representantes de las empresas Bella Pizza y O’Connell’s, se reunieron ayer con integrantes de la comisión de Seguridad del Concejo a fin de manifestar la preocupación del sector respecto de lo que denuncian como la presencia constante de motochorros que asaltan a clientes y empleados en inmediaciones de los bares y restaurantes de los corredores comerciales nocturnos como Pichincha, La Florida y Pellegrini. También trataron la problemática de algunos restaurantes que reciben amenazas por supuestos conflictos laborales que complican la actividad comercial.
“Con los motochorros vemos que los clientes son abordados, y esa es nuestra preocupación. Queremos una agenda que se mantenga con una serie de detalles, a los efectos de tener al Concejo y al Ejecutivo informado tanto de la actividad de nuestro trabajo como de lo que pasa con la misma gente”, expresó Mellano.
El titular de Aehgar puntualizó que la gente necesita estar segura y su única preocupación tiene que ser la de disfrutar de una cena o un almuerzo, y no el problema de sufrir un robo.
“Lo de las motos siento que hay un esfuerzo de la Municipalidad, pero vemos que las fuerzas federales hacían un trabajo más de presencia. Y con los motochorros vemos que en los corredores nocturnos y en zonas como Pichincha los clientes y empleados son abordados y ésta es nuestra preocupación”, indicó.
Por su parte, el edil Diego Giuliano, presidente de la comisión de Seguridad, detalló: “Hemos recibido a titulares de locales gastronómicos, a la Asociación de Gastronómicos, al Sindicato de Pasteleros y al Sindicato de Gastronómicos para dar cuenta de una situación que está atravesando el sector comercial de la ciudad y que consiste en el aprovechamiento o la fabricación de conflictos laborales que terminan en manos de una organización que no busca resolverlo por la vía legal sino por el camino extorsivo, a través de amenazas y hostigamientos”.
Y añadió: “De producirse o extenderse este tipo de maniobras, se termina no sólo perjudicando el funcionamiento de un local o de una actividad comercial, sino también a los trabajadores que observan cómo se cierra o se disminuye la actividad laboral a raíz de estas amenazas o extorsiones que pueden concluir en el cierre de los comercios”.
Para el edil justicialista, “una cosa es un problema laboral que debe resolverse por todos los medios legales y otra cosa son los escraches persecutorios”.
Petra: aún falta pagar cuatro indemnizaciones
“Lo que queda es un remanente de mobiliarios del restaurante para vender. El dueño de Petra, Mariano Benanzi, se comprometió a que en el caso de que no se alcance a pagar todo lo adeudado, él se hará cargo de las cuatro indemnizaciones que faltan pagar. Si Benanzi no aparece, el sindicato, junto con los trabajadores, tendríamos que presentarnos en su domicilio. Y Benanzi brilla por su ausencia”, subrayó Sergio Ricúpero, secretario de la Unión de Trabajadores Hotelero Gastronómicos de Rosario, (Uthgra), al describir la situación del restaurante Petra, que cerró sus puertas a fines de enero, luego de que los dueños de la firma “desaparecieran” sin previo aviso, dejando a 22 empleados en la calle. Luego de idas y vueltas, y reuniones en el Minsterio de Trabajo con los distintos actores, decidieron vender los muebles y útiles del local para poder pagarles a los trabajadores lo que se les adeudaba.