Ante la desaceleración del crecimiento chino, que aún se mantiene en niveles envidiables, la nueva estrella de la economía global, según los ojos del Fondo Monetario Internacional (FMI), parece ser India.
La número uno del FMI, Christine Lagarde, visitó India y ponderó el desempeño económico del “otro” gigante asiático, al que consideró como mejor “preparado” para enfrentar shocks externos.
“India es realmente un punto brillante y su desarrollo económico es muy promisorio. Tiene la oportunidad de convertirse en una de las economías más dinámicas”, subrayó Lagarde en recientes declaraciones a The Times of India.
Destacó que el crecimiento supera en este momento el 7 por ciento y que la inflación está en torno del 5 por ciento, mientras se reduce su déficit en cuenta corriente y la rupia se fortalece.
“La fuerte caída en el precio del petróleo está dando una mano. Se necesitará más trabajo, por supuesto. Creo que el gobierno está al tanto de eso y tiene que fortalecer la posición fiscal de la India”, señaló Lagarde, en la jerga habitual del FMI.
Y las recomendaciones no sorprenden: “La economía debería abrirse más al mundo y deberían removerse osbtáculos internos al crecimiento, especialmente en energía y minería”.
Tenga el color que tenga el caso en estudio, el Fondo siempre recomienda más mercado, menos Estado, menos regulaciones, más “apertura al mundo”, lo que implica menos protección a los productores locales.
Como si fuera parte del mismo coro, el ex Goldman Sachs Jim O’Neill, quien acuñó el término Brics para referirse a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, también le arrojó flores al país asiático.
Según evaluó, las verdaderas “tasas chinas” ahora están en la India, que podría crecer por “un largo tiempo” a un ritmo de 8 por ciento anual, lo que la ubicaría como la quinta economía del planeta para fin de esta década.
“Aun en base a información vieja, en la segunda mitad de esta década India podría crecer más que China. Y si se implementa todo lo anunciado en el presupuesto (del país) definitivamente está preparando el terreno para muchos años en que las tasas de crecimiento pueden ser del 7,5 y 8, quizás hasta 9 o 10 por ciento o más”, subrayó el experto.
Con China más preocupada en resolver problemas internos, mejorar la distribución del ingreso, dedicarse a sectores que había descuidado, evitar que se descontrole la situación medio ambiental, ahora los ojos del mundo parecen entonces puestos en India.
Claro que habrá que ver si lo que se busca –desde adentro y afuera– del país asiático es un crecimiento a cualquier costo, beneficios financieros de corto plazo o poner a la población del país en el camino generalizado hacia una mejor calidad de vida.