La primera semana de exhibición de La Casa, la serie de unitarios impulsada y dirigida por el cineasta Diego Lerman que ocupa cuatro noches de la pantalla de La TV Pública, mostró de qué modo el buen gusto, la audacia, las buenas historias y un notable elenco rotativo, es capaz de jugar una ficción de calidad en la televisión local.
Haciendo eje en “la casa” en cuestión, una enorme propiedad enclavada en el Delta bonaerense, cada capítulo se asoma a una situación límite que se dirime en el lugar y que saca a relucir relaciones, dramas, encuentros y tragedias que tienen su eco en el propio devenir histórico de la Argentina.
Unos certeros copetes en la voz de Cristina Banegas le dan marco a cada una de las tramas que ocupan la emisión nocturna y que ligan los acontecimientos sociales del país con los avatares de la inmensa casona y de sus ocasionales habitantes a través de los años.
Esa ligazón –como pincelazos que esquivan lo escolar y maniqueo pero dan contexto– permiten ir más allá en el tránsito propuesto por las diferentes situaciones y llevan a pensar que en el espacio diverso de La Casa mora la argentinidad con sus más y sus menos o, tal vez, se trata de la propia Argentina habitada.
Las 13 emisiones, que se completarán los lunes a las 23 y de martes a jueves a las 22.30, significaron para Lerman la posibilidad de abordar “un proyecto desmesurado y que en su desmesura radica su valor”.
Durante una entrevista con la agencia de noticias Télam anterior al estreno en TV, aseguró: “Esta miniserie me pareció una gran oportunidad. Como director de cine era el mejor proyecto posible para probar y buscar en un gran laboratorio”.
El viaje propuesto por el ciclo ganador del concurso realizado por el Ministerio de Planificación con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), destinado a la selección de ciclos televisivos en alta calidad y definición (Full HD), está disponible en www.cda.gob.ar pero desde el lunes último logró ingresar a las lides televisivas.
Y más allá de los designios del rating (según la consultora Ibope, en las cuatro primeras entregas La Casa promedió 2 puntos), el valor de la apuesta pasa por conseguir su lugar en un medio donde actualmente priman los enlatados (como Las mil y una noches que es un suceso por El Trece) o un tipo de relato que va del pasatismo a lo efectista.
Para lograr ese cometido, La Casa apela a una estética cinematográfica que adeuda a su mentor (Lerman ya estrenó desde 2002 cuatro films: Tan de repente, Mientras tanto, La mirada invisible y Refugiado) y cuenta en vigorosos guiones que el realizador comparte con Mara Pescio y con distintos aportes autorales en cada entrega.
El recorrido histórico comenzó en blanco y negro en 1929 con “Criatura”, que a su protagonista Erica Rivas (una mujer enferma de tuberculosis a quien su esposo trata de mantener con vida apelando a cualquier cosa) le valió el premio como mejor actriz en la última entrega de los premios Nuevas Miradas y continuó hacia 1935 con “Despedida”, un fresco gardeliano con destacada labor de Luis Longhi.
La emisión del miércoles llevó el calendario hasta 1945 con “Japonés”, un misterioso herido de esa nacionalidad que logra romper el férreo cerco femenino que una madre (María Oneto) cierne sobre sus hijas (Belén Blanco y Martina Juncadella).
El jueves, en la última entrega semanal, pudo verse “Secuestro” que, ambientado en 1952, repasó el frustrado intento de un último golpe maestro de un malhechor con conexiones policiales, magníficamente asumido por Luis Ziembrowski.
Para concretar el secuestro de una niña “bien” en los conmocionantes días de la muerte de Eva Perón, el delincuente decide apoyarse en la familia y recurre a su dubitativo hermano y a su intrincada cuñada (a cargo de los estupendos Sergio Boris y María Merlino) para tratar de cobrar un suculento rescate que les cambie la vida a los tres.
La segunda semana de La Casa (a partir de mañana) pasará por “Trío” (1967), con Vera Spinetta, Pedro Merlo y Nadia Giménez; “Revolucionarios” (1977), con Luis Ziembrowski, Julieta Díaz y Fabián Vena; “Célula” (1987), con Alberto Ajaka, Marcelo Savignone y Julián Larquier Tellarini y “Pijama Party” (1993), con Eugenia Aguilar, Camila Rabinovich y Tamara Liberati.
El espacio completará su recorrido por 13 décadas con “Candidato” (1997), con Rafael Spregelburd, Arturo Goetz y Martín Slipak; “Ficción” (2005), con Romina Gaetani, Fernando Spiner y Marta Lubos; “Canción” (2012), con Mirta Busnelli, Belén Blanco y Edgardo Castro; “Evangelizadora” (2020), con Mercedes Morán, Diego Velázquez y Ricardo Díaz Mourelle y “Virus” (2029), con Erica Rivas, Cristina Banegas y Claudio Tolcachir.
