El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, advirtió ayer que si la oposición gana en las elecciones de octubre próximo “dejarán de existir las paritarias” y consideró que “a nadie importa” la discusión sobre el impacto del impuesto a las Ganancias.
El ministro coordinador dijo que sería una “irresponsabilidad” la posible convocatoria a un paro de 36 horas contra ese impuesto al salario.
“Las paritarias existen porque sólo le interesa al Frente para la Victoria y si no estuviera este gobierno no tengo dudas de que no existirían”, enfatizó Fernández ayer en declaraciones formuladas al ingresar a la Casa Rosada.
El funcionario dijo que “eso de sentar al empleador y al trabajador con el Ministerio de Trabajo para discutir la forma de trabajo y cómo se paga sólo le interesa al Frente para la Victoria”.
Según dijo Fernández, él no ve a la oposición “con muchas ganas” de querer participar de una convención colectiva de trabajo entre los gremios que representan a los trabajadores y las compañías privadas.
Y señaló que en la Argentina “no existe la oposición y la oposición terminan siendo los medios de comunicación que les dan las órdenes a estos personajes que son fronting de algunos partidos políticos, sin hablar de los que regalaron el radicalismo”.
Destacó que observa “una cantidad de dirigentes radicales que están planteando recuperar sus banderas históricas para no caer en esa situación incómoda y oprobiosa de llevar al radicalismo a depender de los conservadores”.
Asimismo, acusó a los dirigentes de la UCR de querer “mantener una posición política que podrá ser reivindicada ante la sociedad y, fundamentalmente, por la historia radical”.
También calificó de “irresponsabilidad” al hecho de que se planifique un nuevo paro de 36 horas por parte de gremios del transporte y las CGT Azoparto y CGT Azul y Blanca, en línea con la CTA que conduce Pablo Micheli.
Dijo que escuchó de varios dirigentes gremiales que participaron del último paro que fue “sin sentido y fuera de lugar” y que “muchos gremios ni siquiera tenían que ver con sus propios afiliados que tenían que pagar el impuesto a los sueldos altos y fue un paro más político”.
“Que piensen en un paro de 36 horas es una locura”, sostuvo y reclamó que “dejen al transporte tranquilo y al hombre y la mujer común de a pie que concurra a trabajar si quiere y si no quiere que no vaya, y se van a dar cuenta de que a nadie le importa esta discusión y estamos hablando de otro tipo de situaciones, e independientemente de que se pueda seguir analizando mejores formas de aplicar un impuesto de estas características”.
Comentarios