“El problema de la precarización laboral es una realidad, hay un 35 por ciento en el gran Rosario de trabajadores precarizados y siete de cada diez desocupados son jóvenes. Para nosotros es importante poner este tema en debate, hacer un relevamiento de cuáles son las empresas que hoy en día precarizan y poder avanzar en terminar realmente con un padecimiento que afecta a toda la juventud en Rosario”, sostuvo Virginia Grisolía, precandidata a primera concejala de Rosario por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) para la elección primaria del próximo 19 de abril. La problemática de los derechos de la mujer y que los ediles de la ciudad reciban una dieta equivalente al salario de un docente, figuran entre los temas que planea llevar al Palacio Vasallo.
La joven dirigente tiene 25 años, milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), trabaja en un call center y estudia Antropología en la Universidad Nacional de Rosario. En diálogo con El Ciudadano, Grisolía destacó la campaña “a pulmón” que lleva adelante el FIT para dar a conocer sus propuestas “en los barrios, en los centros comerciales, en las facultades”. “Nos movemos mucho para poder llegar más ampliamente a un sector masivo pero hay una realidad que es completamente desigual, la posibilidad de los partidos que no son parte del régimen político de poder expresar nuestras ideas y darnos a conocer. La misma ley provincial que hoy plantea un piso proscriptivo también es parte de eso”, sostuvo en referencia a la necesidad de obtener el 1,5 por ciento de los votos del total del padrón para poder acceder a la elección general.
—¿Cuáles son las expectativas que tiene el FIT para las Paso?
—Tenemos una expectativa que es crecer en la provincia, en la ciudad pero también a nivel nacional. Tenemos muestras de eso, como Frente de Izquierda a nivel nacional conquistamos tres diputados, en las elecciones en Mendoza con nuestro compañero Nicolás Del Caño quedamos segundos en la intendencia, ahora con el FIT en Salta vamos a hacer una muy buena elección este domingo –por ayer–. Es una perspectiva de crecimiento que ya venimos teniendo desde las últimas elecciones donde conquistamos más de un millón y medio de votos.
—¿Qué podría aportar el FIT desde una banca en el Concejo?
—Tenemos varios puntos que nos parecen importantes. La problemática de la mujer es importantísima, dentro de nuestra militancia cotidiana somos parte de una pelea a nivel nacional por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito, en el marco de que exista un derecho a decidir de las mujeres. En Rosario, por ejemplo, se tiene que terminar con los objetores de conciencia en los hospitales públicos porque una mujer va con un aborto no punible o con consecuencias y no es atendida, cuando lo que corresponde como derecho en un hospital público es que pueda ser atendida. Además, desde el FIT venimos sosteniendo que todos los funcionarios cobren como un docente, como una maestra. En Rosario, los concejales cobran arriba de 50 mil pesos y eso significa que hoy un funcionario político piensa más en su bolsillo y en convertirse en empresario que en leyes y ordenanzas que colaboren con el pueblo trabajador. También Rosario tiene uno de los transportes más caros del país y eso no puede seguir. Vamos por un transporte estatal, único, financiado con impuestos progresivos a las grandes empresas, pero también que exista un efectivo boleto gratuito para los estudiantes, para los trabajadores de la educación que hoy no existe y que es factible.
—¿Qué análisis hacés sobre el tema de la inseguridad?
—Es una cuestión estructural la discusión de la seguridad. Hay una realidad en los barrios, en los sectores más pobres donde cobra más un soldadito de un bunker que un trabajador de una fábrica metalúrgica. Entonces hay una cuestión donde la necesidad de empleo, de vivienda, de educación, es fundamental para también plantear cuáles son las condiciones que existen hoy en los barrios que llevan a que un montón de jóvenes sean parte y estén involucrados en bandas narco, que sean víctimas de esa situación. Que exista empleo, que exista un salario acorde a la canasta familiar es una solución más de raíz a la problemática que sufren los sectores más empobrecidos.