Los restos del escritor Eduardo Galleano, fallecido el pasado lunes a los 74 años, comenzaron a ser velados ayer en el Parlamento uruguayo, donde se congregaron cientos de admiradores de su obra, políticos y figuras de la cultura que lo recordaron con afecto.
Galeano fue despedido con honores similares a los de un ministro nacional, los cuales incluyeron la visita del presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez.
En tanto, el ex presidente José “Pepe” Mujica lo definió como “un Historiador poeta o poeta de la historia”. Y lo recordó como “insaciable por su sed de conocimiento y su búsqueda permanente de la belleza”.
La presidenta argentina Cristina Kirchner envió una ofrenda floral junto al bloque de diputados del Frente para la Victoria y de la Embajada argentina en el Uruguay. Galeano tuvo que abandonar Uruguay durate la dictadura militar de 1973 y vivió su exilio en Argentina y España.
La ministra de Cultura Teresa Parodi, se encontraba entre los funcionarios que viajaron a Montevideo a despedir al autor de Las venas abiertas de América Latina y la trilogía Memorias del fuego.
“Nos ayudó a mirar desde sus hombros la infinitud del todo y a no perder el asombro” y “se jugó desde el verbo y la acción por el tiempo que le tocó vivir con convicción profunda”, dijo Parodi.
Durante la jornada siguieron los mensajes de respeto a su compromiso social y al valor de su figura en el pensamiento latinoamericano, de reconocidos referentes culturales.
Hasta Diego Maradona lo recordó, desde Colombia: “Gracias por enseñarme a leer el fútbol”. El astro del fútbol lo destacó por “luchar como un 5 en la mitad de la cancha y por meterles goles a los poderosos como un 10”. “Gracias por entenderme, también. Gracias, Eduardo Galeano: en el equipo hacen falta muchos como vos. Te voy a extrañar”, expresó Maradona.
Los presidentes de Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador, El Salvador y Venezuela, y escritores como la mexicana Elena Poniatowska, Isabel Allende, Sergio Ramírez, Gioconda Belli y Osvaldo Bayer lamentaron su deceso.
Incluso, el escritor Mario Vargas Llosa, crítico con su postura ideológica, lo destacó:
“Por su talento literario, una calidad intelectual y también esa voluntad de participación en la vida cívica, en la vida política de nuestro tiempo”.
También líderes sociales como la guatemalteca Rigoberta Menchú, e incluso las guerrillas del ELN y las Farc en Colombia –que adelanta un proceso de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos–, recordaron al escritor.