Con una clara afección al derecho a la información se llevó adelante una audiencia imputativa donde a un joven de 19 años, señalado por el apodo de Javito, se le achacó el crimen de Luís Ángel Bassi, padre del Pollo Bassi, detenido este último como instigador del homicidio de Claudio Pájaro Cantero. Por decisión de la jueza Roxana Bernardelli los medios de prensa que habitualmente realizan coberturas periodísticas en Tribunales se vieron impedidos de ingresar al recinto donde la magistrada admitió la imputación del sospechoso y dictó la prisión preventiva del mismo por 30 días.
Luis Ángel Bassi fue asesinado en la puerta de su remisería ubicada en Villa Gobernador Gálvez el 22 de octubre de 2014 cuando un joven se acercó y le efectuó al menos 8 disparos. En esas circunstancias, además resultó herido otro hombre que se encontraba junto a la víctima tomando mates. Por el hecho los apodos de Diablito y Javito sonaron a poco de cometido el crimen, aparentemente estos alias llegaron a la familia Bassi por dichos de terceros, datos que coincidieron con un informe policial.
Ello generó una serie de allanamientos donde Pablo A., de 22 años y señalado por los investigadores como Diablito, fue detenido e imputado por el homicidio aunque en marzo fue libertado ya que las ruedas de reconocimiento a los que fue sometido dieron negativo.
Doce días después de recuperar la libertad Pablo A. fue baleado en barrio Industrial y aún permanece internado con una severa lesión que le habría generado una hemiplejia, por lo que no puede caminar.
Más balas
Por su parte Javito cayó detenido luego de que el remís en el que se trasladaba fuera tiroteado la semana pasada en Oroño y Lamadrid. Javito recibió al menos tres proyectiles en el pecho y el remisero fue herido en las piernas, la ingle y el brazo izquierdo. Ayer Javier Aníbal M. fue imputado por el delito de homicidio calificado por alevosía y por el uso de arma en perjuicio de Bassi padre, abuso de armas con resultado lesiones leves respecto al acompañante de Bassi y portación de arma de guerra.
Pruebas
Concluido el acto, el fiscal Florentino Malaponte confirmó la imputación a Javier Aníbal M. y afirmó que existen cuatro reconocimientos en rueda de personas que deben hacerse a lo que sumó como prueba una bala calibre 9 milímetros que fue secuestrada en un allanamiento a la casa del sospechoso junto a un cargador. También hizo referencia a una pericia que se encuentra pendiente respecto a algunos celulares.
Escacez de evidencia
Por su parte el defensor Marco Cella se refirió a la escasez de evidencia contra su pupilo, habló de los reconocimientos fotográficos negativos, cuestionó al testigo surgido de una escucha y argumentó que la fotografía de su cliente ya ha trascendido, lo que complicaría un reconocimiento de personas. A ello sumó que la descripción que hacen los testigos del atacante no se condice con las características físicas de su pupilo. A la vez , el defensor confirmo que la jueza Roxana Bernardelli, que negó el ingreso a la prensa con el argumento de que la sala era pequeña, dictó la prisión preventiva del sospechoso por un plazo de 30 días.