“¿Qué ejemplo le dan a nuestros jóvenes este tipo de dirigentes? En una institución deportiva se deberían exaltar valores como la solidaridad, el respeto a la ley, y en cambio, lamentablemente, encontramos patoterismo, mezquindad”, se enojó el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo. El funcionario municipal se refirió así al titular del club Argentino de Rosario, Carlos Mariatti, quien ayer resistió a gritos y a trompadas la “toma de posesión” de terrenos destinados a viviendas sociales hoy ocupados por la entidad que encabeza. Se trata de unas dos hectáreas de las cerca de 15 donde Argentino realiza sus actividades deportivas y pese a que “no interfiere en absoluto” con ellas y a que el club ya había sido informado y hasta intimado a desocuparlas en junio y en octubre del año pasado, una nueva batahola convenció a personal municipal, efectivos policiales y obreros de la construcción de que era mejor retirarse que alentar una batalla campal. Así, mientras más de una treintena de jóvenes terminaba de derribar un alambrado perimetral que había sido instalado momentos antes, un funcionario municipal era golpeado, según testigos, por el propio Mariatti. Ante ello, hoy el Ejecutivo municipal denunciará penalmente al dirigente por agresión y lesiones, a la par que, también confirmó Seghezzo, formalizará otra presentación para lograr el desalojo del predio por la vía judicial.
La toma de posesión que finalmente no se pudo concretar comenzó en la mañana de ayer. Topadoras, excavadoras y otra maquinarias de la empresa Pecam SA, que está ejecutando 244 viviendas en el lugar, comenzaron a trabajar en el sector que el club se niega a ceder.
Según explicó el titular del Servicio Público de la Vivienda y el Hábitat, Raúl Álvarez, en ese sector se deben emplazar las últimas 64 viviendas del plan, que corresponden al segundo acuerdo entre la Municipalidad y la Nación por el programa Sueños Compartidos: “Hay 120 viviendas que se están ejecutando, ya próximas a concluir y 60 que se terminaron y ya están habitadas. La contratista tenía que avanzar sobre ese sector para cumplir los plazos del contrato de obra”, indicó el funcionario.
Pero no. Ante la previsión de un clima “conflictivo”, Pecam pidió el resguardo de su personal para la toma de posesión. Así estaban presentes en el lugar dos camionetas del área municipal de Control Urbano y tres móviles policiales cuando un numeroso grupo de jóvenes y adultos, que se presumen socios del club Argentino, se hizo presente en el lugar, “con Mariatti al frente”, describieron fuentes que estaban presentes en el lugar.
“Todo se puso muy denso”, refirieron las fuentes, que describieron que los jóvenes, con gritos e insultos, comenzaron a derribar el alambrado instalado y amenazaron al personal presente.
“No hay motivos para que el club se niegue a ceder estos terrenos. Pertenecen al Estado nacional y días atrás la Secretaría de Obras Públicas de la Nación pidió por nota al municipio que se arbitren los medios necesarios para continuar con la obra”, explicó Álvarez.
Sin embargo, análoga situación había ocurrido siete meses atrás, cuando miembros del club impidieron el ingreso de personal municipal y empleados de la contratista, lo que motivó una intimación. Por entonces, el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, había apuntado además que el terreno en cuestión no era utilizado por el club, que había ocupado esas dos hectáreas y media “siempre a condición de devolverlas” cuando fuera necesario.
Ayer, Seghezzo recordó el episodio, remarcando que “recién después” de aquella intimación, el club instaló “dos canchitas” sobre el terreno que antes no estaba utilizando. Y remarcó que el titular de la institución no está defendiendo una actividad deportiva, “sino retrasando una obra de importancia social para todo la zona”.
Es que el proyecto, que continúa las obras del sector Travesía –avenida Sabín y Juan José Paso– tiene que ejecutar en la área de Antequera y Renán –la franja en disputa– obras hidráulicas de desagües pluviales, claves para evitar los anegamientos en toda la zona del barrio Nueva España, como se llama el lugar, frente a lluvias copiosas como las recientes. La obra, además, comtempla pavimento definitivo para 25 cuadras, un centro de salud, un centro comunitario y un destacamento policial.
“Vergüenza”
“Fue un operativo de la época de la dictadura. Funcionarios municipales se metieron en el club con topadoras, retroexcavadoras, patrulleros, policías, y no tenían ninguna orden judicial. Nosotros tenemos un convenio con el gobierno nacional, que está bajo la órbita de la Administración de Bienes del Estado, organismo que administra tierras del Estado nacional”, se desmarcó Daniel Mariatti, presidente del Club Argentino de Rosario.
El dirigente, que se resiste a dejar libre el predio para continuar con el plan de viviendas en la zona de Sorrento y Travesía, insistió en que “hace 30 años” que el club ocupa los terrenos y que allí los chicos del barrio realizan distintos deportes. “Nos comunicamos con funcionarios del gobierno nacional y nos apoyan. El señor Álvarez (por el titular del Servicio Público de la Vivienda) tiene que terminar el barrio que se comprometió, pero no en el lugar donde está el club”, resaltó Mariatti. Y completó: “Nosotros no nos oponemos a que construyan viviendas”,.
“Los clubes suplen el Estado ausente y además construyen solidaridad. La intendenta (Mónica) Fein y los funcionarios fueron a destruirlo. Logramos que se retiren todos a los empujones, por la fuerza, forcejeamos con los policías, con funcionarios municipales, y los corrimos”, graficó Mariatti.
Para el directivo, los funcionarios “se terminaron yendo con la misma vergüenza con la que entraron” y advirtió que “los vecinos del barrio custodiarán y defenderán el club” ante un nuevo intento. “Mañana (por hoy) a las 18, tendremos una asamblea general para evaluar cuáles son los pasos a seguir. Además, convocaremos a jornadas de reparación para que nos den una mano los padres. Con pico, pala, y rastrillo, vamos a ordenar lo que la intendenta destruyó”, concluyó.