El presidente francés François Hollande pidió ayer el levantamiento del embargo estadounidense durante una histórica visita a la isla de Cuba, la primera de un jefe de Estado europeo tras el deshielo entre Washington y La Habana, en diciembre pasado, y la primera de un jefe galo desde la independencia cubana de 1898.
Hollande y el padre de la revolución cubana, Fidel Castro, de 88 años, iban a reunirse ayer por la tarde, informó la presidencia francesa, antes de que el mandatario visitante sostuviera una entrevista con Raúl Castro, quien sucedió en la jefatura de Estado a su hermano en 2006.
El líder francés pidió el levantamiento del embargo estadounidense, inauguró la nueva sede de la Alianza Francesa en La Habana, asistió a un encuentro empresarial y condecoró al cardenal cubano Jaime Ortega, cuya mediación ha permitido la liberación de presos políticos.
“Vengo en un contexto particularmente importante pero todavía incierto”, dijo el jefe galo en un discurso en la Universidad de La Habana.
Francia hará lo posible para contribuir a que “la apertura pueda ser confirmada, que las medidas que tanto han perjudicado el desarrollo de Cuba puedan ser finalmente anuladas, suprimidas”, agregó aludiendo al embargo estadounidense que pesa sobre la economía cubana desde 1962.
Hollande cumple esta visita mientras Cuba está normalizando sus lazos con la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, y está inmersa en un proceso de “actualización” de su alicaída economía, heredada de la época soviética.
El mandatario francés se adelantó a los demás jefes de Estado occidentales con esta visita oficial de un día, y antes de su llegada afirmó que “este viaje es de algún modo histórico”.
En medio de su agenda, rompió el protocolo al caminar por una calle de La Habana y estrechar la mano con muchos cubanos que se acercaron a saludarlo.
En abril de 2014, Francia renovó su diálogo con Cuba con una visita a la isla del canciller francés, Laurent Fabius. Desde entonces, Francia está en primera línea del acercamiento entre la UE y La Habana, que ambas partes quieren concretar antes de que acabe el año.
Hollande afirmó que la cuestión de los derechos humanos, por la que el régimen cubano es a menudo criticado, será “necesariamente” tratada durante la visita a Cuba, que forma parte de una gira de cinco días por el Caribe, una de las más largas desde que llegó al poder en 2012.
Décimo socio económico de la isla, Francia quiere ampliar su presencia en el mercado cubano y no dejar pasar el tren de la apertura económica. Numerosos empresarios franceses acompañan al jefe de Estado en una delegación que incluye a siete ministros y viceministros.