La Secretaría de Derechos Humanos de Santiago del Estero investigaba ayer el caso de Albina González, una humilde vecina de un paraje del interior, que afirma haber sido secuestrada y torturada por la última dictadura cívico-militar en 1976 y que figura en el listado de desaparecidos de los organismos de derechos humanos locales.
El caso salió a la luz luego de que dos periodistas de la ciudad santiagueña de Las Termas viajaran hasta un paraje llamado Taquello, en el departamento Río Hondo, donde vive la mujer, en busca de testimonios de sus familiares para sumarlos a un informe acerca de las personas desaparecidas en el departamento Río Hondo durante la última dictadura.
Pero los periodistas se llevaron una gran sorpresa cuando se encontraron en persona con la misma Albina González, de 61 años, quien figuraba entre los nueve desaparecidos de esta región de la provincia, a quienes cada 24 marzo se homenajea en los actos oficiales.
La historia también dejó asombrados a los funcionarios de la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Las Termas, para quien Albina figuraba como desaparecida junto a su hermano Santos Genaro González y a Félix Arturo Aguirre, José Teodoro Loto Zurita, Mario Ángel Loto, Daniel Loto Zurita, Fela Reinaga (madre), Raúl Reinaga (hijo) y Francisco Ismael Serrano.
La mujer no cuenta con documentos de identidad, razón por la cual su historia pasó inadvertida durante casi cuarenta años, sumado a la poca frecuencia de viajes que realiza a la ciudad de Las Termas, distante a once kilómetros del paraje en el que reside junto a su madre.
De acuerdo a lo manifestado por Albina, en 1976 viajó con su hermano Santos González y otros vecinos para trabajar en Santa Lucía, en el sur de la provincia de Tucumán.
En una oportunidad, cuando desde la empresa quisieron pagarles por su trabajo, los responsables comprobaron que los jóvenes no contaban con documentación y dieron aviso a los militares, quienes secuestraron a los peones creyendo que eran guerrilleros y los trasladaron al ex ingenio Nueva Baviera, al sur de Famaillá, donde funcionó un centro clandestino de detención.
Albina, quien por aquellos días cursaba un avanzado embarazo, fue liberada cinco días después tras haber sido sometida a crueles sesiones de torturas que terminaron generando una disfunción en la boca de su hija.
Tras la repercusión que tuvo la noticia, el abogado de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, Héctor Carabajal, confirmó que el caso de Albina González no figura en el listado oficial de la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas).
En ese contexto, el letrado señaló que “hubo un grave error de la delegación de Las Termas al incluir sin mayores justificativos el nombre de esta señora, y hasta se habría firmado el listado con cierto carácter oficial, pero no lo es”.
Carabajal sostuvo que los organismos de derechos humanos no saben “cómo llegó el nombre de la señora en el listado”.
“Tampoco se hizo la denuncia del caso y es probable que haya muchos casos similares”, resaltó el abogado.
Una espera que no termina
Albina González fue secuestrada junto a su hermano Santos Genaro González, mientras trabajaban en la zafra. “Aún esperamos ver a mi hermano Santos con vida”, afirmó la mujer, quien vive en una humilde casa junto a su madre, ya que su hija Elsa reside en San Pablo con su esposo.
En diálogo con el sitio santiagueño Nuevodiarioweb.com.ar, la mujer contó que estaba embarazada cuando fue secuestrada por los militares y fue madre a los cuatro meses de ser liberada. Elsa nació con una disfunción en la boca, producto de las crueles torturas a las que fue sometida. “Recibí muchos golpes. Me acuerdo que me tiraban al suelo boca abajo y se subían arriba mío. A raíz de esas torturas puse en riesgo el embarazo. Mi hija nació pero con problemas de salud”, contó la mujer. Y agregó que los militares le dijeron: “Te dejamos ir porque estás embarazada”.