Al menos 37 presuntos delincuentes y dos policías federales murieron ayer en un enfrentamiento en los límites de los estados mexicanos de Michoacán y Jalisco (oeste), en uno de los choques más cruentos de la lucha antidrogas, informó una fuente del gobierno federal.
“La cifra preliminar es de 37 civiles armados y dos policías federales muertos” en el choque registrado en el pueblo de Tanhuato, se limitó a decir a la AFP el funcionario, que pidió permanecer en el anonimato.
El gobernador de Michoacán, Salvador Jara, explicó que el enfrentamiento comenzó cuando fuerzas de seguridad detuvieron a un vehículo sospechoso, desde el cual comenzaron a disparar a los uniformados. “Ese fue el inicio y después evolucionó. Según el informe preliminar fueron muchísimos los que estaban atacando posteriormente a las fuerzas federales y también mucho el armamento”, dijo Jara a la emisora Radio Fórmula, señalando que todavía no podía confirmar la cifra final de muertos por el choque. Los civiles armados se internaron luego en una zona rural y se atrincheraron en un rancho (casco de estancia) cercano, donde se registró la balacera, según Radio Fórmula.
El gobernador Jara señaló que “es muy probable” que los hombres armados pertenezcan al poderoso cártel Jalisco Nueva Generación, que en los últimos meses se ha convertido en el enemigo número uno del gobierno mexicano. El funcionario avanzó que en las próximas horas darán un informe oficial sobre el enfrentamiento y señaló que altos mandos de las dependencias federales de seguridad están en la zona, situada a unos 465 kilómetros de Ciudad de México.
Se trata de uno de los enfrentamientos más cruentos desde que el ex presidente Felipe Calderón lanzó a finales de 2006 un amplio operativo militar contra los cárteles de la droga, cuyo primer despliegue fue precisamente en Michoacán.
Otro episodio de violencia que dejó una gran cantidad de muertos ocurrió en junio de 2014 en la comunidad de Tlatlaya (centro), donde militares se enfrentaron con un grupo de presuntos secuestradores. El Ejército reportó un total de 22 presuntos secuestradores muertos y ninguna baja militar en el enfrentamiento, pero meses después un testigo aseguró que en realidad la gran mayoría de los fallecidos fueron ejecutados por soldados cuando el tiroteo había acabado y ya se habían rendido. La fiscalía ha acusado a tres militares de la muerte de al menos ocho de esas personas. Hasta ahora, la guerra al narcotráfico tiene un balance negativo porque multiplicó la criminalidad en México, llevando a casi 70 mil desaparecidos y miles de muertos.