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Farc insisten en tregua bilateral

Pidieron “no echar por la borda” lo logrado y reclamaron un “fuerte impulso” a las negociaciones tras las últimas acciones militares en las que murieron 37 integrantes de la organización.

Las Farc afirmaron hoy que las últimas acciones militares contra sus fuerzas, en las que murieron 37 guerrilleros, son «un paso atrás» en el proceso de paz en La Habana y reclamaron un «fuerte impulso» a las negociaciones, que a su juicio «sólo podrá venir de una tregua bilateral».

«No podemos echar por la borda los esfuerzos empeñados en ya casi tres años de conversaciones», dijo hoy a la prensa Pablo Catatumbo, alias de Jorge Torres Victoria, representante de la delegación de la guerrilla en La Habana.

El gobierno colombiano y las FARC volvieron hoy a la mesa de negociación después del receso del domingo y de haber celebrado reuniones por separado el pasado sábado.
La delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) señaló que intensificar la guerra «no es el camino», calificó de «masacres» las muertes de guerrilleros en los últimos operativos militares de Cauca y Antioquia y criticó la actitud del presidente Juan Manuel Santos ante la «arremetida gubernamental» contra la insurgencia.

«El presidente Santos ha actuado con total ausencia de buen juicio y con un discurso contrario al propósito de reconciliación, de diálogo y de paz concertada que él pregona, propalando un mensaje que solo puede favorecer a quienes ansían la perpetuación de la guerra en Colombia», dijo Pablo Catatumbo.

Según la guerrilla, «un jefe de Estado no puede regocijarse con la muerte de compatriotas, mucho menos cuando éstas representan golpes directos contra su principal bandera de gobierno: el fin del conflicto».

Las FARC afirmaron que actuarán con «suma responsabilidad» frente al mandato de alcanzar la paz y añadieron que «la construcción de un acuerdo de paz nos exige a todos sindéresis, realismo y coherencia».

«Ni el gobierno nacional ni el presidente Santos pueden actuar al vaivén de intereses ultraderechistas, nacionales y extranjeros, presiones militaristas o cálculos electoreros oportunistas para subir en las encuestas. Un gobierno serio debe enfocarse en los problemas concretos y en los objetivos superiores», indicaron los negociadores guerrilleros.

Las FARC leyeron esta declaración antes de una nueva jornada de conversaciones con los negociadores del gobierno, quienes como es habitual desde el inicio del diálogo, no hicieron declaraciones a su llegada al Palacio de Convenciones de La Habana.
Por su lado, el presidente Santos, señaló en su cuenta de Twitter que «hacer la paz es más difícil que hacer la guerra». «Hace 3 años tracé una ruta con unas líneas rojas.

Estamos dialogando en medio del conflicto. Tenemos que comenzar por construir la paz en nuestros corazones, para poder transformar el espiral de la guerra en uno de reconciliación. Sin importar las tormentas, tenemos claro el puerto de destino. Contra viento y marea mantendremos el rumbo hacia una Colombia sin conflicto», agregó.
No obstante, en otras declaraciones citadas por el sitio El Espectador, llamó la atención sobre el hecho de que hace un año no se producen avances en La Habana. “Llevamos un año, sin hacer un avance sustancial. Necesitamos avances, porque el pueblo colombiano tiene una paciencia finita, no infinita. La gente quiere ver que podemos avanzar en la Mesa para mantener fe en que sí podemos lograr la paz”, subrayó.

En este marco, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla de Colombia, dio su respaldo a las FARC sobre su decisión de levantar la tregua luego del ataque sufrido tras un operativo militar la semana pasada en el suroeste del país.

«El doloroso suceso obligó a los compañeros de las FARC a levantar la tregua unilateral decretada el 20 de diciembre del año pasado», señaló el Comando Central del ELN, en un comunicado difundido ayer.

Las FARC anunciaron el viernes la suspensión de su alto el fuego en repuesta a un bombardeo de la Fuerza Aérea y el Ejército contra un campamento suyo en Guapi, que por el número de bajas es el más duro golpe sufrido por esa guerrilla desde que inició diálogos de paz, en noviembre de 2012.

El comunicado del ELN agrega que este hecho «y el levantamiento de la tregua unilateral por parte de las FARC debe ser una nueva razón para exigirle al gobierno, la urgencia de acordar un cese bilateral al fuego y hostilidades verificable». Ese paso, según el ELN, generaría «un clima de confianza» y sería «garantía para continuar el proceso de paz en Colombia».

El ELN inició el año pasado diálogos «exploratorios» con el gobierno para abrir un proceso de paz similar al que se lleva a cabo con las FARC, pero hasta ahora las partes no se han puesto de acuerdo en los puntos de una posible agenda de negociación.

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