El gobierno iraquí intenta recuperar la ciudad de Ramadi con una contraofensiva militar, pero enfrenta en el centro de Irak una nueva avanzada del grupo islamista radical Estado Islámico (EI), que en la vecina Siria tomó el control de nuevas zonas en el desierto central, donde se ubica la provincia de Homs.
El primer ministro iraquí Haider al Abadi anunció hoy que la histórica ciudad, feudo de los árabes sunnitas en el país, emplazada apenas a un centenar de kilómetros al oeste de la capital Bagdad y bajo control del EI hace más de una semana, será recuperada «en días».
«Mi corazón sangra porque perdimos Ramadi, pero yo puedo asegurar que la recuperaremos pronto», insistió el primer ministro, y resaltó la necesidad de más apoyo internacional porque los militantes del EI están llevando a Irak y Siria nuevas tácticas para luchar.
Con ese objetivo, el Ejército, la coalición y las milicias chiitas «Multitud Popular» comenzaron a bombardear posiciones del EI en la provincia de Al Anbar, cuya capital Ramadi, que dejaron al menos menos 20 yihadistas muertos.
Una fuente de seguridad citada por la agencia de noticias EFE señaló que el ataque causó también decenas de heridos entre yihadistas, que fueron trasladados a la población de Hit, a 70 kilómetros al noroeste de Ramadi.
En un comunicado difundido hoy las brigadas paramilitares informaron que «estos bombardeos son sólo el preludio de amplias operaciones en zonas de Al Anbar y la vecina provincia de Saladino que están en manos de la organización terrorista Estado Islámico».
Ayer, el portavoz de la «Multitud Popular», Karim al Nuri, anunció que más de 50 mil voluntarios están preparados para liberar Al Anbar y su capital, Ramadi, del control yihadista.
El sostenido avance del EI dio mas visibilidad a las diferencias entre Bagdad y Washington para combatir el grupo yihadista y obligó a Al Abadi a solicitar más apoyo de la coalición internacional.
Sin embargo la respuesta estadounidense fue dura. «Podemos darles entrenamiento, podemos darles equipos, lo que obviamente no podemos es darles es la voluntad de luchar», dijo el secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter, en declaraciones a la CNN ayer.
En tanto, el EI buscó hoy avanzar sobre la refinería de Baiji y las rutas de abastecimiento de Tikrit (en el centro del país) cuya reconquista el pasado marzo, fue el mayor éxito del Gobierno desde la caída de Mosul.
Hoy, bombardeos de la coalición internacional mataron al menos 40 integrantes del grupo islamista en Mosul y sus alrededores, en el norte de Irak.
Según un dirigente de seguridad de la Unión Nacional del Kurdistán, Giaz al Suryi, los ataques fueron lanzados por los aviones de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos contra zonas del centro de Mosul y también al sur y al oeste, y entre los muertos hay tres dirigentes islamistas identificados como Machbal Diban Jalf al Luizi, Ahmad Ali al Yaburi y Mohamed Ali Fanush.
Al Suryi agregó que entre las víctimas hay también numerosos heridos, algunos de ellos en estado grave, aunque no ofreció más detalles ni dio cifras y agregó que entre los objetivos golpeados por los aviones de la coalición se cuentan una comisaría del centro de Mosul, que los yihadistas empleaban como sede y que recibió el impacto de cuatro misiles.
En Siria, en tanto, desde donde el grupo islamista radical potencia su avance y atenaza a sus oponentes, los yihadistas avanzaron por la carretera que une la ciudad monumental de Palmira -que controlan desde el pasado miércoles- y Damasco, tras hacerse con el dominio de unas minas de fosfatos y unas viviendas adyacentes en el área de Jinifis, también en Homs.
En la histórica ciudad al menos cuatro personas murieron hoy y un número indeterminado resultó herido en una serie de ataques y bombardeos de la aviación siria, informó el OSDDHH.
Según la ONG con sede el Londres una red de informantes in situ, los aviones del Ejército tuvieron como blanco las inmediaciones del hospital nacional de Palmira y un antiguo cuartel de la seguridad castrense, así como zonas cercanas a un centro cultural y la parte antigua de la población.
La fuerza aérea siria también tuvo como objetivo el pueblo de Al Sujna, los campos de gas de Al Hil y Al Arak y el yacimiento de crudo de Al Yazl, todos ellos en manos del EI y situados en el este de la provincia central de Homs, donde está Palmira.
Además, varios cohetes impactaron en la localidad de Al Muharram al Fuqani, al oeste de Palmira y controlada por las autoridades sirias.
Los radicales iniciaron el pasado día 13 una ofensiva en el este de Homs, donde conquistaron las localidades de Al Ameriya, Sujna y Palmira, así como los campos de gas de Al Arak y al Hil y la zona de Sauana, entre otros.
Hace cuatro días, el Observatorio Sirio de los derechos Humanos (OSDDHH) advirtió que el EI controlaba ya más del 50% del territorio sirio, que equivale a 95.000 kilómetros cuadrados, tras los recientes avances.
El grupo está presente en nueve provincias sirias: Homs, Al Raqa, Deir al Zur, Al Hasaka, Hama, Alepo, Damasco, Rif Damasco y Sueida.
Los yihadistas dominan la mayoría de los campos de gas del país, menos el yacimiento de Al Shaer, en el este de Homs y en manos del régimen, y el de Ramilan, que controlan las Unidades de Protección del Pueblo -milicias kurdo sirias-, en Al Hasaka.