En un acto oficial que convocó a unas 5 mil personas como una verdadera fiesta, al punto que no faltaron espectáculos musicales, suelta de globos y juegos para los más pequeños, el gobernador Antonio Bonfatti puso ayer en marcha las bombas extractoras de agua de la flamante planta potabilizadora Acueducto Gran Rosario, ubicada en avenida Circunvalación y ruta nacional 11, en Granadero Baigorria. En la ocasión, se puso a prueba la hermeticidad de las piletas de hormigón en donde se almacenará el agua que, a fines de julio próximo, estiman que abastecerá a gran parte de la zona norte de la ciudad descomprimiendo así el trabajo que actualmente pesa sobre la centenaria planta de potabilización del barrio de Arroyito.
Las obras de la planta se iniciaron en abril del año pasado y demandaron un desembolso de 735 millones de pesos. “No hay antecedentes de un Estado provincial realizando una inversión de esta magnitud. Hoy empieza una nueva etapa en la historia del agua potable de Rosario y la región”, dijo Bonfatti en el inicio del breve discurso que dio minutos antes de pulsar el botón que activó las bombas extractoras para que, en pocos minutos, el agua comenzara a correr y a llenar las imponentes estructuras.
“Son muchas sensaciones juntas y todas de alegría. Justamente porque cuando recorro los barrios y recibo los reclamos de tantos vecinos por la deficiencia en el agua, es para decirles que esta obra es para que ellos tengan agua”, sostuvo luego la intendenta Mónica Fein, para agregar: “No sé si los vecinos van a tomar dimensión de los más de 700 millones de pesos de inversión que demandó esta planta, pero sí lo van a palpar todos los días cuando puedan ver que mejora su calidad de vida”.
“Hoy trajimos agua del río para empezar las pruebas de hermeticidad de las jaulas de hormigón, para comprobar que la estructura esté perfectamente construida, que no tenga fugas. Después, en agosto próximo, comenzará a llevar agua a la red”, dijo.
El presidente de Aguas Santafesinas SA (Assa), Sebastián Bonet, explicó a este medio el funcionamiento de extracción y tratamiento de la planta potabilizadora, desde que se activan las bombas hasta que el agua llega a los hogares en forma óptima.
El primer paso es extraer agua del río Paraná –que ingresa de una toma del muelle construida a fines de 2011–, luego ingresa a la planta y ya en las piletas de cemento se le agregan los químicos que hacen que se aglutinen el limo y otras partículas sueltas en el agua. Así, los barros se unen y se decantan en el fondo de las estructuras de hormigón.
Más tarde, con el agua ya clarificada, se pasa por unos filtros de arena que retiene las últimas partículas que quedan.
“Esa agua que queda filtrada es un agua ácida, que tiene un PH muy bajo, por lo cual se le agrega un agua de cal para neutralizarla y, por último, se le echa cloro para desinfectarla”, señaló. Tras realizarse el proceso antes mencionado, el agua desinfectada se almacena en una cisterna que tiene una capacidad de 12 mil metros cúbicos, desde donde bombeará a la red y llegará a los hogares.
Cabe destacar que la prueba realizada ayer se pondrá en funcionamiento definitivo en unos 45 días aproximadamente, y abastecerá a la zona norte de la ciudad, como también a Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez. En tanto, cuando se termine de construir el acueducto que corre paralelo a la avenida Circunvalación hasta la calle Salvat (a la altura de la autopista a Santa Fe, es la etapa I), se avanzará hacia el sur.
Música, color y juegos
El acto a través del cual se hicieron las pruebas de funcionamiento de las bombas de la planta potabilizadora estuvo teñido de color y música, con juegos para los más pequeños, un pelotero inflable y espectáculos musicales en los que tocaron el grupo folclórico Los Huayra y el dúo formado por Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale. A modo simbólico, el mandatario provincial guardó en una “cápsula del tiempo” los diarios de ayer que daban cuenta de lo acontecido y libros con testimonios de trabajadores que formaron parte de la construcción de la imponente obra. Acompañaron a Bonfatti, entre otros, la intendenta Mónica Fein, el presidente de Aguas Santafesinas, Sebastián Bonet, y los jefes comunales de las ciudades de Granadero Baigorria y San Lorenzo, Adrián Maglia y Leonardo Raimundo, respectivamente.
