Con la consigna de escuchar buena música, charlar con artistas locales y recibir de ellos recomendaciones de discos, mañana tendrá lugar una nueva edición de La hora del vinilo, en esta oportunidad, con los músicos de Mamita Peyote como protagonistas.
Se trata de un programa radial conducido por Juan Cruz Revello que se puede escuchar y ver a través de la web de la Plataforma Lavardén (www.plataformalavarden.gob.ar), vía streaming y en vivo, a partir de las 21.30, en el Petit Salón de dicho establecimiento ubicado en Sarmiento y Mendoza.
Tal como ocurrió en sus ediciones anteriores, el programa comenzará con una entrevista, continuará con la recomendación de aquella música que el entrevistado decidió destacar y concluirá con un recital exclusivo e íntimo que tendrá lugar con entrada gratuita.
También, el público asistente podrá llevar sus discos, y en un momento determinado del programa, escucharlos junto al periodista y el invitado.
En esta oportunidad, la agrupación Mamita Peyote será la invitada especial, una ascendente formación local de búsquedas diversas, cuyo primer disco de estudio está nominado como mejor álbum de reggae y música urbana en los premios Gardel que se entregarán el próximo 2 de junio.
Titulado Mamita Peyote, el material, que salió a la venta el año pasado, reúne parte del camino recorrido por la banda en fiestas, eventos y recitales, a lo largo de sus poco más de tres años de vida. “Es el cierre de un período; en poco tiempo la banda se hizo un nombre, algo que nos sorprendió y nos gratifica muchísimo pero también es una responsabilidad. Muchos nos preguntan si es nuestro primer disco, porque la banda tiene bastante repercusión pero fue en poco tiempo, pasaron muchas cosas pero sólo tres años”, señaló Eugenia Craviotto Carafa, vocalista de Mamita Peyote, a El Ciudadano, antes de la presentación oficial del material en octubre del año pasado.
Esa presentación supo ser un “Festinpeyotero” más, ese que cada vez atrapa a más público local. Se trata de una fiesta, un recital en el que se transgreden las fronteras del escenario y en el que la banda despliega toda su elegida y buscada eclecticidad. “A nuestro «estilo no estilo» yo lo defino como fiesta y como goce absoluto porque eso es lo que nos produce; el escenario es una experiencia que nos suelta, nos desata. Estuve leyendo que Keith Richard dijo que, cuando subía al escenario, sentía que le abrían la jaula y es tal cual. Es raro porque sobre el escenario uno es uno mismo más que nunca y sin embargo es como que se transforma; hay algo que se despierta cuando ves que toda esa gente está apoyándote en algo que hacés y les gusta”, explicó la cantante.
