El gobernador bonaerense y precandidato presidencial, Daniel Scioli, reivindicó hoy nuevamente su pertenencia al Frente para la Victoria, al señalar que es quien más «bancó a este proyecto» político.
«Si hay alguien que puede decir que ´banca´ este proyecto como dicen los ´pibes´, ese soy yo», subrayó Scioli en momentos en que su rival para las primarias del FpV, Florencio Randazzo, cuestiona su compromiso con el gobierno nacional.
Durante un agasajo por el Día del Periodista en la sede del Banco Provincia, el precandidato presidencial destacó su «responsabilidad» para mantenerse dentro del kirchnerismo y remarcó que ahora se siente con la madurez necesaria para «encauzar al país en la agenda del gran desarrollo argentino».
Al explayarse sobre su recorrido político y porvenir, recordó que en los últimos meses mantuvo reuniones con distintos líderes de la región como el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva y los mandatarios de Paraguay, Horacio Cartes, de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Chile, Michelle Bachelet.
«Desarrollamos una agenda internacional basada en la oportunidad entre nuestros países», puntualizó Scioli poniendo la prioridad en la región en cuestiones de política exterior, luego de que trascendiera que su eventual gobierno buscará mejorar la relación con Estados Unidos.
Reconoció que se necesita «más Argentina en el mundo y más mundo en Argentina» poniendo «como ejes la inversión y la producción», pero advirtió que el gobierno de Carlos Menem «tiene que servir de experiencia para defender el trabajo argentino».
En ese contexto, el gobernador habló de la necesidad de «pensar en el país con discusiones constructivas y consensuar políticas de Estado» en lugar de propalar críticas.
Al destacar sus posibilidades electorales, afirmó que desde el regreso de la democracia se sucedieron ciclos políticos en los que la sociedad fue planteando distintas demandas con su voto.
Consideró que con Raúl Alfonsín el electorado demandó «democracia» y que luego con Menem los reclamos estaban asociados a la economía, pero en ese marco advirtió sobre los riesgos de una apertura económica como ensayó el mandatario riojano.
«La época de Menem nos tiene que servir de experiencia para defender el trabajo argentino. Una cosa es abrirnos al mundo y otra cosa es que nos llenen de productos que se podrían fabricar en el país», remarcó.
Para el precandidato presidencial, luego del gobierno de la Alianza y del interinato de Eduardo Duhalde,»Néstor Kirchner interpretó la necesidad de estabilizar el país desde la económico, lo institucional y lo social con determinaciones muy profundas como el pago al FMI».
También destacó las «decisiones importantes» que tomó Cristina Kirchner en el poder, como la reestatización de los fondos de la ANSeS y del control accionario de YPF, cuyo eje aglutinante fue «la recuperación del rol del Estado».
Según su análisis, «hay asignaturas pendientes» y para resolverlas la sociedad reclama «previsibilidad y alguien que no genere sorpresas o sobresaltos».
Evaluó que si el electorado quisiera un cambio premiaría con su voto a lo que definió como «la nueva alianza», en tanto que ante un escenario económico fuera de control «el Frente Renovador tendría más chances» en las próximas elecciones.
«Llegamos a la elección en una situación económica y social positiva con reservas estabilizadas», insistió.
También aludió al regreso de dirigentes que habían recalado en el Frente Renovador y lo atribuyó a su matriz común que es el peronismo: «Nuestro espacio es el peronismo y el espíritu frentista. La vuelta de muchos dirigentes tiene que ver justamente con su pertenencia al peronismo», añadió.