La llegada de Lucas Bernardi al Parque como entrenador es una apuesta a volver a las fuentes, intentar regresar al juego perdido tras un proceso como el de Gallego donde se intentó cambiar, pero sin éxito. Aunque el entrenador tendrá la difícil misión de recuperar futbolísticamente a muchos jugadores que tras la salida de Martino nunca volvieron a jugar en ese nivel. Por eso la primera misión del entrenador será darle a los futbolistas un esquema que les resulte seductor y convencerlos que pueden volver a ser aquel equipo del 2013.
Newell’s seguramente utilizará un esquema 4-3-3, el que estableció Martino desde 2012 y que intentaron continuar sin éxito Alfredo Berti (en el primer torneo peleó el título) y Gustavo Raggio. Bernardi deberá correr el riesgo y los futbolistas, que siempre se manifestaron deseosos de jugar con ese formato, deberán demostrar dentro de la cancha que es el camino correcto.
¿Qué necesitará Bermardi para que la fórmula resulte positiva? La ventaja de Lucas es que no deberá convencer a los jugadores sobre el estilo de juego, algo que fue un verdadero problema para Gallego. En ese punto hay un tiempo ganado en una pretemporada acotada donde no sobran los días.
La segunda clave serán los refuerzos. Si el DT pretende jugar como en 2013, o al menos asemejarse, el primer zaguero no puede ser el Coty Fernández, y necesitará un volante interno parecido a Pablo Pérez o a él mismo.
Por eso Bernardi pensó en Santiago Vergini, en Fernando Tobio o en otros jugadores de características similares: buen pie, veloces para jugar mano a mano con mucha cancha en la espalda y convencidos de arriesgar.
Y además deberá sumar un volante interno con despliegue y juego, algo que no le sobra en el plantel y sólo podría encontrar en Víctor Figueroa.
¿Alcanzará con dos buenos refuerzos para cambiar tanto? No, pero Bernardi confía en recuperar futbolísticamente a jugadores de jerarquía como Ignacio Scocco, Milton Casco o el propio Maxi Rodríguez. Y esta apuesta puede también llegar a Bernardello, de mal torneo, o dos que rindieron mucho con Martino y luego desaparecieron: Hernán Villalba y Martín Tonso.
Además el entrenador deberá apuntalar a algunos jóvenes que necesitará como Ezequiel Ponce, Mauricio Tevez e incluso a los juveniles Franco Escobar o Joaquín Torres.
El cuarto punto, no menos importante, es la parte física. Bernardi se asesoró con mucha gente del fútbol para sumar un preparador físico acorde a su idea de juego, y la elección del profe Pablo Sánchez, de exitoso paso en Lanús y Racing, en la previa parecería ser un acierto. Tras los cuestionamientos y la innumerable cantidad de lesionados que hubo en los procesos de Luis Azpiazu y Rubén Olivera, la preparación física leprosa está bajo la lupa y el profe Sánchez tiene mucho para trabajar.
El último punto pasa por lo anímico. La Lepra necesita recuperar autoestima y también pide a gritos un poco de orden dentro del vestuario y adentro de la cancha. Y esa será una gran prueba para Bernardi. Tal vez la más importante de cara a un inicio complicado donde el clásico aparece marcado con fuego.