En las Paso del domingo 9 de agosto, los jóvenes de entre 16 y 18 años podrán elegir a los candidatos a presidente por primera vez en la historia. El sufragio de los menores de edad debutó en las elecciones legislativas de 2013 y, a diferencia de aquella oportunidad, ahora tendrán la oportunidad de votar para cargos ejecutivos, algo que le puede sumar un atractivo para que se acerquen a las urnas ya que el voto no es obligatorio.
Consultados por ámbito.com, cuatro analistas políticos reflexionaron sobre el panorama electoral del denominado voto joven de cara a las Paso y coincidieron en que la participación de los menores aún es una porción acotada del padrón y eso les quita peso para ser pensados como presas de los candidatos. Sin embargo, no descartaron que con el correr de las elecciones los políticos centren aún más su atención en los más jóvenes para intentar fidelizarlos de cara a futuras votaciones.
¿Existe la campaña política dirigida a los votantes menores?
Las estadísticas brindadas por la Cámara Nacional Electoral a este medio indican que los menores habilitados para las Paso nacionales de 2013 fueron 627.364 y que participaron 333.824. Mientras que para las elecciones generales, los habilitados fueron 674.130 y 367.024 pasaron por el cuarto oscuro. En resumen, la participación que no llega a superar el 55 por ciento del padrón de votantes menores.
Más mediático que político
Sobre el debut del voto de los menores en 2013, Fabián Perechodnik (Poliarquía) señaló que “fue una experiencia que tuvo más impacto mediático que político electoral” y anticipó que en esta elección los candidatos apuntarán “a lo más seguro que es el voto obligatorio”.
Por su parte, Artemio López (Equis) afirmó que “los políticos ni siquiera lo tienen incorporado porque todavía no se ha asumido que hubo una reforma”. Pero para el consultor, “a medida que las campañas transcurran, va a haber un segmento del mensaje que va a ser dirigido a los más jóvenes”. En igual sentido, Jorge Giacobbe (Giacobbe & Asociados) destacó que los candidatos “descubrieron que hay un público nuevo, pero que todavía no saben cómo tratarlo”.
Redes, formato ad hoc
Uno de los espacios a los que los candidatos apelan a llamar la atención de los jóvenes votantes son las redes sociales. Mariel Fornoni (Managment & Fit) aseguró que políticos “los toman en cuenta sobre todo en las campañas por redes sociales, pero en cierta medida no se sabe aún el grado de efectividad que puede llegar a tener”.
Los analistas coincidieron que el primer escollo al que los candidatos se enfrentan para acaparar la atención de los menores es desarrollar acciones dirigidas a ellos. En ese sentido, Perechodnik destacó que “hasta el momento no hay ningún equipo de campaña pensando en los votantes menores porque el nivel de participación fue bajo y la inversión que te requiere no sé si justifica en una campaña”. Para Giacobbe, eso se debe a “que todavía no lograron desentrañar qué tipo de estímulos desarrollar para ese electorado”. El consultor agregó que “no hay propuestas ni candidatos especialmente diseñados para pescar en esa laguna”.
Lo que viene
“Es un segmento muy acotado”, opinó Fornoni sobre el desarrollo de las campañas juveniles, pero agregó que “es un sector que hay que fidelizar porque es un segmento que va creciendo y lo tenés que tener en cuenta por lo que viene”. Para López, los políticos tienen un mensaje para los votantes menores, “pero no va a ser el plexo de los candidatos porque todavía sigue siendo un sector minoritario respecto del padrón en general”.
La Cámpora y Jóvenes PRO
La participación de la juventud en la política no es una novedad en un país con una tradición de efervescentes agrupaciones con presencia en universidades y en secundarios. En materia legislativa, el Frente para la Victoria fue el partido que impulsó esa intervención a través de la sanción de la ley de votos para menores de edad. Ante este panorama, el resto de los partidos no tardaron en acoplarse a esa promoción ya sea como una estrategia para quedar bien con ese segmento electoral o bien como una manera de adaptarse a los nuevos tiempos.
Al respecto, Fornoni señaló que “el oficialismo tomó la iniciativa al impulsar la ley y quizás desde la oposición tienen menos para ofrecer y apuntan más a prometer con mantener beneficios adquiridos”. Para Perechodnik, el FpV y el PRO “son los que básicamente les dan un lugar a los jóvenes” y agrega que “existe algo histórico y residual como la juventud radical, pero es algo más simbólico”. En tanto, López le asigna un rol preponderante al kirchnerismo, al señalar que el FpV fue el partido “que reordenó la política juvenil luego de la experiencia de La Coordinadora de la Juventud Radical”. Quien se mostró escéptico respecto a la participación activa de los menores de edad en política fue Giacobbe: “Salvo esos dos grupos, que son ruidosos pero minoritarios, la gran mayoría de ese electorado es apática y no está informada políticamente”.
A dónde van los votos
En un primer momento se especuló que la decisión de promover el derecho de votar a menores de 18 años podría ser un guiño del oficialismo para sumar el voto de los más jóvenes. Sin embargo, quién podría beneficiarse con los sufragios de este electorado es una incógnita.
“Hubo una impresión de que la ley iba a favorecer al oficialismo, pero cuando mirás la baja participación y la poca campaña que hubo, eso quedó desmentido”, reflexionó Perechodnik sobre el antecedente electoral en 2013. Pero Fornoni advirtió que “no hay una regla y depende de lo que el candidato tenga para ofrecer”. Sin embargo, para López la incorporación de los menores de edad a la contienda es una situación que va más allá de una mera campaña, ya que “en el kirchnerismo la estrategia de la participación juvenil no es sólo electoral”.