Desde el lunes 13 de julio tendrá sus puertas abiertas el Mercado Popular en el Centro Cultural La Toma, ubicado en Tucumán 1349, de lunes a viernes de 8 a 21. El objetivo es tener una nueva forma de compra directa, del productor al consumidor, sin intermediarios.
Algunos de los productos que se ofrecerán son panificados, verduras de huerta, frutas de estación, huevos frescos, pizzas y pastas caseras, productos dietéticos, aceite de oliva, aceitunas y vinos, entre otros artículos. Celcio Moliné, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), y coordinador del Mercado Popular Rosario, explicó a El Ciudadano que esta iniciativa pudo concretarse gracias a los trabajadores de la cooperativa La Toma que les dieron un lugar. “Nosotros tenemos un slogan: «del productor al consumidor, sin intermediarios». Eso significa que se rompa la cadena de valor, ya que los intermediarios se van quedando con renta en el medio y los productos elevan su valor”, especificó Moliné.
“La feria viene funcionando desde mediados de 2014 y se fue conformando a través del trabajo de los camiones de la Economía Popular. Es un mercado que va a funcionar todos los días y pueden venir todos los que quieran. Es una propuesta concreta para una solución a este flagelo que es la inflación; que existe, pero tiene su explicación. Por ejemplo en la cadena de valor los supermercados son los que más remarcan el precio a los productos”, subrayó el coordinador del Mercado Popular.
Los camiones de Economía Popular fueron una creación del Movimiento Evita tras detectar que, por su madurez, había toneladas de frutas mendocinas que no iban a llegar al mercado por la imposibilidad de soportar el transporte y el paso por los distintos eslabones formales hasta los consumidores. Y tampoco iban a quedar en el mercado local, ya que lo superaban en volumen. Similar situación se replica cosecha a cosecha en otras regiones frutihortícolas, lo que permitió pensar en un esquema alternativo: así nació Fruta para Todos.
El mismo modelo se aplica para otras cadenas de productos alimentarios, y se complementa, además, con producciones artesanales o de pequeña escala, que no llegan al mercado formal. Así se fueron gestando Pescado para Todos, Pastas para Todos y más. Ahora el salto local es ofrecer no sólo la red de camiones itinerantes que siguen un calendario en distintas zonas de la ciudad y de la región, sino un puesto fijo.
Una paradoja para lo que alguna vez fue el hipermercado Tigre, que tuvo sede allí.
Pasen y vean
Moliné advirtió que además de romper con la cadena de valor, transforman a la hora de regular las ganancias como mercado, para destinarla de la mejor manera posible, seguir creciendo y que se pueda abrir este tipo de mercados en otros puntos de la ciudad.
“Las ventajas de este tipo de mercado son muchas: el precio y la calidad del productor al consumidor no tiene igual. Se compra directamente a los pequeños productores, emprendedores y agricultores ecológicos, lo que ayuda a romper con la lógica de las grandes cadenas que remarcan los precios hasta un 300 por ciento. Y se contribuye a crear una nueva forma de comprar y vender, con una idea que trasciende la mera ganancia”, resaltó el referente de la Ctep.
Moliné rescató que lo importante es que colaboran con el sostenimiento de mayores puestos de trabajo que hacen al sostenimiento de una familia y ninguno se lleva una ganancia extraordinaria. Además, el dirigente indicó que le aportan más “vida” al espacio cultural La Toma, donde también hay puestos de Economía Solidaria, cooperativas, asociaciones, sindicatos y al comedor universitarios entre otros.
“Va a ser un espacio para todos los rosarinos. Los que vengan a comprar a La Toma no pagarán estacionamiento. Que podamos cumplir este proyecto me hace más feliz y me siento orgulloso de mi trabajo, porque en base al esfuerzo de todos pudimos generar un cambio en la ciudad”, concluyó Moliné.
