Las acciones chinas pusieron fin este miércoles a tres días de caídas y registraron su mayor ganancia diaria en una semana y media después de que Pekín reiteró su determinación de estabilizar a sus volátiles mercados de valores.
El referencial CSI300 de las principales acciones que cotizan en Shanghai y Shenzhen subió un 3,1%, a 3.930,4 puntos, mientras que el índice compuesto de Shanghai ganó un 3,4 por ciento, a 3.789,2 puntos.
«La posibilidad de que las acciones principales reboten en el próximo mes es bastante grande dado que la liquidez ahora es rica en el mercado y la capacidad de vender en corto se ha frenado en gran medida», dijo Zhang Qi, analista de Haitong Securities en Shanghái. «Si la confianza vuelve, no es difícil que el índice suba al nivel del viernes pasado, que fue de 4.100 puntos», agregó.
La Bolsa china se desplomó el lunes más de 8%, la mayor caída en más de ocho años, revirtiendo la aparente estabilización conseguida por la intervención del gobierno después de que las plazas llegaran a perder más de un tercio de su valor a mediados de junio.
En respuesta, el Banco Central oriental inyectó 35 mil millones de yuanes a comienzos de julio, se impidieron nuevas salidas a Bolsa y se suspendió la cotización de hasta 1.400 empresas en los mercados de valores. El turbulento inicio de semana también obligó al gobierno a prometer que destinaría más fondos a estabilizar los mercados.
Algunos expertos consideran que los mercados chinos son ahora demasiado dependientes del apoyo del gobierno y que el más mínimo signo de una posible retirada de la ayuda puede provocar el pánico.
Las persistentes turbulencias en las bolsas chinas dispararon también los temores sobre la situación que atraviesa la segunda mayor economía mundial y las repercusiones que podría tener para la economía internacional.
En tanto, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio cayó el miércoles golpeado por fuertes caídas en las acciones de Fanuc Corp y Tokyo Electron después de que las firmas cortaron sus previsiones para todo el año, y en momentos en que los inversores aguardan una decisión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos.