El fiscal de Homicidios Dolosos Miguel Moreno ordenó ayer la detención del jefe de la seccional 9ª y de un sumariante, a quienes imputará en las próximas horas por incumplimiento de los deberes de funcionario, falsedad de documento público y encubrimiento de un asesinato. Pese a la gravedad de la medida, voceros del Ministerio Público de la Acusación no brindaron mayores datos aunque confirmaron que los policías fueron presos por devolver a sus dueños cuatro vehículos incautados en la escena del crimen de un joven ocurrido en mayo pasado.
Fuentes del caso dijeron que en la tarde de ayer fue detenido el comisario Danilo V., a cargo de la seccional 9ª de Joaquín V. González al 900, y un sargento que se desempeña como sumariante. Ambos fueron corridos de sus cargos y serán imputados en una audiencia, entre hoy y mañana, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, falsedad de documento público y encubrimiento de homicidio.
Según voceros del caso, la acusación contra los uniformados es haber falsificado firmas para devolver cuatro vehículos a sus propietarios. Se trata de dos motocicletas (una Honda Tornado 250 cc y otra CJ Titán 150 cc), una Renault Kangoo y una moto de agua secuestradas la tarde del 21 de mayo pasado, cuando en una feroz balacera, a plena luz del día y dentro de la Cooperativa de Pescadores de la costanera norte, fue asesinado de tres disparos Luis Ereñú, de 26 años y oriundo de Villa Gobernador Gálvez.
Esa pesquisa quedó al mando del fiscal Miguel Moreno, quien ayer ordenó las medidas aunque no trascendieron detalles. Tampoco se informó si se logró desentrañar el crimen de Ereñú, tanto en su autoría intelectual como material, ya que las únicas hipótesis son rumores que lo vinculan con un ajuste de cuentas narco.
El hecho fue confuso y tuvo varias secuencias. La primera cerca de las 13.30 con una balacera dentro del predio ubicado frente al parque Alem. Apenas terminaron de resonar los disparos varios vehículos salieron a toda velocidad: una motocicleta con tres ocupantes (uno de los cuales sería Ereñú herido de muerte), una Renault Kangoo roja y otro de alta gama alemán, no está claro si Audi o BMW, de color oscuro. Minutos después, en Artigas al 300, un llamado a la Policía advertía sobre el pase del herido de la moto a la Kangoo, secuencia que siguió en el hospital Alberdi, y luego en una ambulancia camino al policlínico Eva Perón, donde llegó sin vida.
Detrás del mostrador de la Cooperativa de Pescadores la Policía secuestró tres vainas calibre 9 milímetros y otra intacta. En una pared interna había impactos de bala, lo que hizo presumir un enfrentamiento. Sin embargo, a los pocos minutos, un mujer que se presentó como secretaria del espacio desmintió con enojo esa versión y reiteró que el asesinato había ocurrido afuera, y mostró una mancha escarlata en la parte trasera para fundamentar sus dichos. Vecinos dijeron que allí se comercializaba droga y se guardaban armas con connivencia policial. “Es una pantalla y lo saben todos, hasta la Policía. Se puede ver a la gente entrar y salir con armas en la cintura”, refirió uno.
