La Justicia provincial anuló un procedimiento por el cual se acusó a un hombre de portar una bomba de gas lacrimógeno. Según determinó la Cámara de Apelaciones, el arresto y el allanamiento del auto de un ex miembro del Ministerio de Seguridad en 2011 se hizo en forma irregular, por lo que dispuso que se revise la condena, para lo cual intervendrá otro juzgado de sentencia.
Según indicaron fuentes del caso, a Oscar Aníbal G. lo arrestaron en septiembre de 2011 en el Parque Independencia. Eran más o menos las 10.30 de la mañana y el hombre estaba hablando por teléfono, según su abogado, en una hermosa mañana primaveral, cuando se le presentó un grupo de uniformados de la Unidad Regional II. Los policías lo requisaron, fueron hasta su auto y, de acuerdo con el acta de procedimiento, le encontraron un revólver calibre 45. Todo esto sin testigos, porque, según el acta, “no pudimos encontrar”.
Acto seguido, Oscar fue trasladado a la comisaría 5ª. Según su abogado defensor, allí fue requisado de nuevo el auto del detenido, en presencia del inspector de Zona, el comisario y numerosos uniformados. También, de acuerdo al parte policial, en el baúl del coche los pesquisas encontraron una granada de gas lacrimógeno; casualmente, tampoco encontraron personas que puedan hacer de testigos para el procedimiento. “Él es un ex empleado del Ministerio de Seguridad y los hechos hacen pensar que su detención fue un vuelto por algún problema viejo. Nunca vi que requisen a una persona bien vestida, de la nada y que, en medio de un parque, una mañana de sol, no hayan podido encontrar un testigo para que certifique que lo que los policías estaban haciendo era lícito”, explicó un allegado al caso.
Oscar fue llevado a juicio y el 3 de noviembre de 2014, el Juzgado de Sentencia de la 5° Nominación de Rosario lo condenó a la pena de cuatro años de prisión por el delito de tenencia de material explosivo y portación ilegal de arma de guerra. Estuvo preso dos meses.
Luego de un recurso presentado por Rodrigo Mazzucchini, el abogado defensor de Oscar, la Cámara de Apelaciones hizo lugar a la protesta y “en una decisión salomónica”, según fuentes del Poder Judicial, determinó que la posesión del explosivo no estaba probada, por lo que devolvió el expediente al Juzgado de Sentencia 6ª, donde deberá reformularse la condena o un nuevo fallo.
De acuerdo con Rodrigo Mazzucchini, en la sentencia el juez deberá determinar si la de Oscar era una portación de arma o una portación atenuada; es decir, sin fines ilícitos.
