El candidato a presidente de Unión por una Nueva Alternativa (UNA), Sergio Massa, destacó hoy que la elección primaria del domingo marcó «el final de una etapa en la Argentina», y descartó que sus votos en octubre vayan a trasladarse a los postulantes del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, o de Cambiemos, Mauricio Macri.
«La elección de ayer marcó el final de una etapa en la Argentina y el nacimiento de una nueva, en la que ya no hay lugar para esconderse en la publicidad y el marketing, ni para los grises, porque le tenemos que contar a la gente qué país empieza el 11 de diciembre», dijo el diputado nacional.
En una conferencia de prensa que brindó en Tigre junto a su compañero de fórmula, el salteño Gustavo Sáenz, y los dirigentes de la primera línea de su partido, el Frente Renovador, Massa dijo que «la sociedad determinó que empieza una carrera que tiene 75 vueltas» en alusión a la cantidad de días que quedan para la elección general del 25 de octubre, y dijo que espera que en estas vueltas «no haya simplemente frases de compromiso sino compromiso de verdad».
Por otra parte, descartó que los 4,5 millones de votos que cosechó UNA (3 millones del Frente Renovador y 1,5 millón del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota) vayan a trasladarse a Scioli y Macri, generando una polarización entre ambos.
«Está demostrado que esto no sucede. La gente no quiere inflación e inseguridad, pero tampoco ajuste. No quiere que los jubilados cobren menos que los presos, sino más, pero tampoco quiere volver a las AFJP. La gente quiere mirar para adelante, y ese es el camino», aseveró Massa y agregó que «hay lugar para una tercera vía que no sea ni la vuelta a los 90 ni continuar como en la actualidad».
Massa confirmó que tras la votación dialogó telefónicamente con Macri y «con varios dirigentes», como el gobernador electo de Córdoba, el peronista Juan Schiaretti, entre otros.
«Me llamaron varios gobernadores. No diré quiénes, para no ponerlos en una situación comprometida porque después los retan desde la Casa de Gobierno», sostuvo, y agregó que «el propio ingeniero Macri reconoció que con la elección que habíamos hecho lo habíamos sorprendido».
Massa volvió a agradecerle a De la Sota su «lealtad, honestidad intelectual» con la que ambos compitieron y se despachó contra el sistema electoral, hay que tildó de «arcaico y tramposo» y subrayó que la Argentina debe poner en vigor el sistema de «boleta única electrónica».
Massa invitó «a todos los sectores políticos» a debatir sobre el narcotráfico, el desempleo entre los jóvenes, el pago del 82% móvil a los jubilados, la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, la eliminación del impuesto a las ganancias y una reforma impositiva, entre otros asuntos.
En relación con la elección en la provincia de Buenos Aires, Massa destacó el desempeño electoral de la postulante del PRO, María Eugenia Vidal, y resaltó que el ganador de la interna del Frente para la Victoria, Aníbal Fernández, sufre «un fuerte rechazo en la sociedad» y que en ese distrito, el más importante del país en términos electorales —vota el 37% de padrón—, hay «tres candidatos con posibilidades».
Al respecto, vaticinó que el candidato a gobernador del Frente Renovador, Felipe Solá, «va a volver a ser gobernador», porque ha sido «el mejor» gobernante de ese distrito desde el retorno de la democracia, en 1983, porque «tuvo el coraje de echar a 5 mil policías corruptos, poniéndole fin a las mafias policiales».
Por su parte, Sáenz descartó la posibilidad de un acuerdo electoral entre Massa y Macri y reclamó que haya un debate público entre los principales candidatos.