La crecida del arroyo Saladillo no da tregua. Ayer, la corriente arrasó con una precaria vivienda de barrio El Mangrullo en la que vivían una mujer con sus dos hijos y un nieto, todos menores, quienes debieron trasladarse provisoriamente a la casa de uno de sus hijos mayores, que los albergó. También corre riesgo de derrumbe un domicilio lindero en donde reside un matrimonio mayor con problemas de salud. En tanto, continúa la preocupación para unas 25 familias de Las Flores asentadas en zona de riesgo, pese a que desde Defensa Civil indicaron que “el nivel del agua va cediendo lentamente, lo que es un dato alentador”. También informaron que trabajarán durante la madrugada con bombas y retroexcavadoras para contener un nuevo desborde. Equipos de la Municipalidad y militantes de distintas organizaciones asistieron a las personas afectadas con frazadas, colchones y otros elementos.
“Me llevó todo, todo. Primero el baño y después las otras partes de la casa. Es que la corriente venía muy fuerte y arrastró todo”, contó a El Ciudadano María Alejandra Silva, sin poder ocultar su desesperación al ver cómo el agua iba destruyendo su modesta vivienda de material ubicada en la entrada de barrio El Mangrullo, ubicada a metros de avenida del Rosario, en el límite con Villa Gobernador Gálvez.
La mujer vivía desde hacía años en el lugar y jamás había vivido algo similar. “Me quedé sin nada de nada. Vinieron de Defensa Civil, vecinos y otras personas que no conozco a darnos frazadas y ropa, porque lo poco que pudimos salvar se nos mojó todo”, lamentó.
Por el momento, pudo acomodarse con los tres niños en una pieza pequeña de la casa de otro de sus hijos, que también vive en el barrio.
Pero la situación es por demás de preocupante para un matrimonio mayor formado por Marta y Carlos, quienes viven cerca de la vivienda de María Alejandra. “La casa de ellos corre peligro de derrumbarse porque el agua comió todo por abajo. Pero ellos no se pueden ir porque él tuvo dos ataques cerebrovascular y está hemipléjico”, contó otra vecina de El Mangrullo.
Zonas de riesgo
En barrio Las Flores hay cerca de 25 familias que, si bien no fueron evacuadas, sus viviendas están en riesgo y a algunas les entró agua. El subdirector de Defensa Civil, Gonzalo Ratner, consignó ayer que “muchos asentamientos, sobre todo los ubicados en lugares de escurrimiento, están muy afectados y son muy peligrosos, las casas están muy cerca del cauce natural del arroyo por eso se convierten en sitios muy vulnerables”.
En este sentido, Ratner consideró que “son lugares directamente no habitables”, y que “la situación es riesgosa para las familias que levantaron sus viviendas, en especial en parte de la zona de Las Flores que lindera con la autopista Rosario-Buenos Aires, las cuales están ubicadas en un sector muy bajo y propensas al anegamiento cada vez que ocurren cosas como éstas”.
No obstante, el funcionario aseguró que “las respuestas están por parte de la Municipalidad” y que equipos del área que integra trabajaron durante toda la madrugada con bombas extractoras para contener el paso del agua. “El pico más alto del Saladillo comenzó a ceder muy lentamente y continuaremos trabajando hasta las últimas horas del día para extraer agua de los lugares más afectados”, señaló Ratner.
Corte y pedidos
Ayer por la mañana un grupo de vecinos de Las Flores cortó avenida Circunvalación a la altura de Ayacucho para reclamar asistencia. Por temor a perder lo poco que tenían, muchas mujeres pasaron la noche en vela con sus hijos en brazos sin abandonar sus viviendas.
“Nunca vi el arroyo como está ahora. Necesitamos a alguien que nos evacúe, y que nos den un lugar donde vivir. Cada vez que llueve se come todo y tenemos miedo que se derrumbe todo”, sostuvo una vecina que vive hace cuatro años en una de las zonas más afectadas de barrio Las Flores. “Pasar una noche con el bebé en brazos es horrible. Sabemos que hay gente a la que el agua le llevó todo, pero pedimos colchones, frazadas y ropa porque lo que teníamos se nos mojó todo”, finalizó la mujer.
La mitad de Sanford está bajo agua
Desde la Municipalidad informaron que la crecida del arroyo Saladillo se debió a las intensas lluvias de la semana pasada. Así, consignaron que en Rosario cayeron alrededor de 100 milímetros de lluvia en 30 horas, mientras que en otras localidades como Casilda, Chabás, Sanford, Roldán y Pérez, las precipitaciones alcanzaron a los 150 milímetros en el mismo lapso. La tormentas fueron consideradas como “extraordinarias” y “severas”.
Uno de los lugares más afectados por las lluvias fue Sanford, ubicada en el departamento Caseros, al oeste de Rosario, en donde casi la mitad de los habitantes debieron ser asistidos por los desbordes de los canales y 30 personas fueron evacuadas.
El presidente comunal, Julián Gironelli, expresó su preocupación ayer y aseguró que “la mitad de la localidad está bajo el agua”.
Según contó el funcionario, “la situación es muy triste”, pero también inédita: aseguró que “nunca se vivió algo así” en el pueblo.
Gironelli agradeció y destacó públicamente la labor conjunta que llevaron adelante los equipos de Bomberos y Protección Civil de la provincia, quienes colaboraron de inmediato con los habitantes de la comuna.
Al cierre de esta edición, el nivel de agua en Sanford bajaba, al igual que en Rosario. No obstante, la preocupación por parte de sus habitantes continuaba, en especial ante los informes del servicio meteorológico que anunciaban nuevas lluvias en la región.
