Desde el Centro de Estudiantes de la Escuela de Educación Técnico Profesional N° 464 –la emblemática ex Técnica 2– denunciaron que el inmueble donde funciona la institución educativa, en Tucumán 2483, está en “emergencia edilicia” por los múltiples problemas de infraestructura que presenta frente a la falta de mantenimiento, lo que además trae problemas para el dictado de clases. Los alumnos recordaron que se vienen haciendo reclamos desde 2011 y que nunca tuvieron una respuesta desde el Estado provincial.
Paradójica y justamente, cuatro años atrás este diario hacía una crónica sobre los festejos del 75º aniversario de la institución educativa que instruye desde hace décadas a jóvenes en electrónica, electromecánica y electromedicina. Allí, una de sus autoridades contaba que sus egresados habían sido requeridos “históricamente” por su capacidad en todo el mundo y que hay ex alumnos trabajando ni más ni menos que en la Ferrari de Italia, en la Nasa, en Estados Unidos o en empresas líderes nacionales. Y que además ninguno de ellos había perdido el vínculo con la escuela.
Según contaron desde la agrupación estudiantil, el viernes pasado se encontraron con las clases suspendidas “debido a las lluvias de los días anteriores por la presencia de varias filtraciones”. Frente a esto, los directivos efectuaron los reclamos de las mismas en 2011 mediante las plantillas de situaciones edilicias urgentes, la más antigua tiene una fecha de entrega del 7 de noviembre de 2011.
“Ya que nunca se tuvo el asunto en cuenta, las filtraciones siguieron sucediendo varias veces por año, pudriéndose así el cielo raso del aula de informática, dejándolo con huecos, grietas y en peligro de inminente derrumbe. La última filtración provocó un fallo en el disyuntor de la citada aula, dejando electrificada la pared que comparte el aula con la oficina de Secretaria”, añadieron.
El presidente del centro, Leandro Ruiz, contó que hace cuatro años se presentó un primer reclamo ante el Ministerio de Educación “por problemas en la sala de computación”. “Allí hay un agujero en la pared donde se llueve y toda el agua termina yendo hacia el disyuntor general de la sala del taller. Además, los techos son de chapa y no resisten tampoco mucho la lluvia. Hay problemas que vienen desde más atrás, con la mudanza al edificio”, indicó.
La falta de ayuda desde el Estado hizo que en varias ocasiones fueran los docentes mismos los encargados de “ingeniarse” para hacer los arreglos donde eran necesarios.
“El problema de ahora es que no se pueden dar clases de taller y ésta es justamente una escuela técnica. Estamos por todos los medios buscando que se normalice la situación de las clases y poder hacerlo como corresponde porque estas no son las condiciones que se merece la escuela”, recalcó Ruiz.
“Con la última lluvia fuerte cuando vinimos nos encontramos con que la escuela estaba cerrada. Cuando entramos la vicedirectora nos muestra lo que pasó y estaba todo el salón inundado, la sala de computación que tiene cerca de quince computadoras que estaban todas mojadas por el tema de la lluvia y el disyuntor principal quemado. Después de eso se llamó a un técnico que pudo cambiar el disyuntor pero por ahora las clases no se pueden dar porque hay riesgo de que las computadoras se quemen y algún chico pueda salir lastimado. El techo tampoco nunca se arriesgó por lo que hay muchos riesgos. El sector de taller está clausurado porque las vigas están podridas y se podría lastimar un chico”, siguió.
Otro punto sobre el que se está reclamando es sobre la necesidad de cambiar las instalaciones eléctricas, las cuales son precarias (cables de tela altamente inflamables, inexistencia de medidas de seguridad tales como descargas a tierra, cables colgando sin aislación correspondiente y demás) y tienen más de 80 años.
Este medio intentó buscar alguna respuesta por parte del Ministerio de Educación de la provincia, pero nadie atendió los llamados.