Carl Rogers es reconocido como un innovador de la psicología y la pedagogía del siglo XX. Exponente de la no directividad y de la psicología centrada en el paciente, junto a Abraham Maslow sentó las bases del enfoque humanista en psicología. La influencia de Rogers en los procesos educativos de tendencia libertaria es muy significativa.
Carl Rogers nació en Oak Park, en la ciudad Chicago, estado de Illinois (Estados Unidos de Norteamérica), el 8 de enero de 1902.
En 1914, se trasladó a una zona rural donde se dedicó a trabajos de agricultura y a la crianza de animales. En 1919, se inscribió en la Facultad de Agricultura en la Universidad de Wisconsin-Madison, que luego dejó de lado para estudiar Teología.
En 1922 viajó a China, país donde permaneció algunos meses con un grupo de estudiantes norteamericanos para participar en una conferencia internacional que organizó la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos. Las experiencias vividas en China lo orientaron a confrontar la cultura occidental con la oriental y, de este modo, se replanteó muchas cuestiones en su vida.
A su retorno a los Estados Unidos, decidió abandonar los estudios teológicos y comenzó a emprender otros de carácter psicopedagógico. Luego de un año de estudios en el Institute for Child Guidance de New York, pasó al Child Study Department de Rochester.
En 1924 se une afectivamente con Helen Elliot y engendraron dos hijos: David y Natalie.
Como señala uno de sus biógrafos, “fascinado y estimulado por las teorías de Otto Rank y la corriente europea del Existencialismo, Rogers publicó en 1939 su primer libro: The Clinical Treatment of the Problem Child. Gracias a esto, obtuvo una cátedra de psicología clínica en Ohio”.
En 1942 en su Counseling and Psychotherapy sienta las bases de su client-centered therapy (terapia centrada en el paciente), piedra angular del movimiento de la Psicología Humanista.
En 1944 retorna a Chicago, su ciudad natal, lugar donde funda el primer counseling center, en el que efectúa su terapia y realiza investigaciones. El resultado de ellas es su nuevo libro, Client-centered-Therapy, texto fundamental y manifiesto del pensamiento de Rogers. En este libro aparecen ampliadas y desarrolladas las cuestiones que trató en Counseling and Psychotherapy.
A partir de 1957 ejerce la cátedra de Psicología y Psiquiatría de la Universidad de Wisconsin. En el Departamento de Psiquiatría, Rogers experimenta su “terapia centrada en el paciente” con personas que padecían psicosis. La aplicación de su método le permite obtener óptimos resultados. En 1967, en su libro The Therapeutic Relationship and its Impact: a study of schizophreni, expone esas prácticas curativas.
Como se afirma en una biografía de Rogers, “en 1964 abandonó la enseñanza y se trasladó a California, al Western Behavioural Science Institute de La Jolla. En 1969 funda el Center for the Study of the Person y, sucesivamente, el Institute of Peace para el estudio y la resolución de los conflictos”.
Sus ideas principales
Según un comentarista, Rogers “fue partícipe y gestor instrumental en el desarrollo de la terapia no directiva, mejor conocida como terapia centrada en el paciente, la cual renombró como terapia centrada en la persona. Esta teoría es conocida por sus siglas en inglés PCA (Person-Centered Approach) o enfoque centrado en la persona. Sus teorías abarcan no sólo las interacciones entre el terapeuta y el paciente, sino que también se aplican a todas las interrelaciones humanas. La terapia rogeriana contrasta con las perspectivas psicológicas freudianas y las sociales de Alfred Adler y de Albert Bandura, por el uso preferente de la empatía para lograr el proceso de comunicación entre el paciente y el terapeuta o, por extensión, entre un ser humano y otro.
Rogers supone la relación entre el paciente y el terapeuta como el elemento fundamental para que se desarrolle la sanación del consultante. Mediante el uso de la escucha empática, la congruencia propia del paciente y la aceptación incondicional, se intenta promover un ambiente libre de amenazas donde el “counselor” pueda expresarse libremente. Es a través de este escenario donde este último podrá, en su tiempo, conocerse a sí mismo y así disminuir su ansiedad y tratar aquellas situaciones que lo acomplejan.
Para el simple lector, la diferencia tangible reside en que la terapia centrada en el terapeuta se basa en la capacidad de interpretación del profesional. Mientras que en la terapia centrada en la persona, el marco de referencia deja de ser el conocimiento teórico del terapeuta y se centra en cómo vive el paciente aquello que le está sucediendo. Dicho en palabras de Rogers: “Qué pasa con lo que le pasa”. También deja de ser una terapia focalizada en resolver el problema y más bien se interesa en empatizar con el paciente en lo que está viviendo. Se preocupa por “cómo está viviendo la situación que le toca vivir”.
Procesos educativos
Rogers fue el fundador de la no directividad. Según él, el clima psicológico de libertad favorece el desarrollo pleno de los individuos, postuló como valores principales la empatía y la autenticidad. En sus propias palabras: “Todo el proceso educativo debería entonces centrarse en el niño, no en el profesor, no en el contenido pragmático”. Para Rogers, los principios básicos de la enseñanza y del aprendizaje son los siguientes: confianza en las potencialidades humanas, pertinencia del asunto que va a ser aprendido o enseñado, aprendizaje participativo, autoevaluación, autocrítica y aprendizaje del propio aprendizaje.
“El aprendizaje sería tan profundo como importante para la totalidad de la persona que se educa: no podemos enseñar a otra persona directamente de ahí la importancia al educador, o facilitador del aprendizaje: él debería crear el clima inicial, comunicar confianza, aclarar, motivar con congruencia y autenticidad, él llama a esto comprensión empática”, estipuló Rogers. Y completó: “El objetivo de la educación es ayudar a los alumnos a convertirse en personas capaces de tener iniciativa propia para la acción, responsables por sus acciones, que trabajarán no para obtener la aprobación de los demás, sino para alcanzar sus propios objetivos”.
Obras
Entre las obras de Carl Rogers es posible citar: El tratamiento clínico del niño problema (1939), Orientación psicológica y psicoterapia (1942/1978), Psicoterapia centrada en el paciente (1951), El proceso de convertirse en persona (1979), Una afirmación apasionada (1969), Libertad de aprender (1969), Grupos de encuentro (1970), Psicoterapia y relaciones humanas (1971), El matrimonio y sus alternativas (1972), El poder de la persona (1977), Orientación psicológica y psicoterapia (1978), Persona a persona (1980), El camino del ser (1980), La persona como centro (1981).
Murió el 4 de febrero de 1987 a los 85 años en San Diego, California (Estados Unidos), dejando un trascendente legado a la especie humana.