Unas tres mil personas se manifestaron ayer en el centro de la capital griega en protesta contra la aprobación del tercer rescate financiero, cuya votación se celebraba durante la madrugada de hoy en el Parlamento, horas antes de que se reúna el Eurogrupo para dar su aval mañana.
Los manifestantes, convocados por el sindicato comunista Pame y la confederación de sindicatos del sector público Adedy, se congregaron en la plaza de Syntagma, donde está la sede del Parlamento, para mostrar su oposición al tercer programa de rescate acordado entre el gobierno griego y las instituciones acreedoras, cuya aprobación era inminente.
La protesta comenzó en la plaza cercana de Omonia y algunos de los asistentes marcharon hasta situarse a las puertas de la Cámara, donde se unieron a la concentración de los sindicatos.
El acuerdo, cuyo debate parlamentario se inició ayer, fue aprobado en las comisiones parlamentarias y se debatía ayer.
Estaba previsto que el proyecto de ley obtenga la amplia aprobación del Parlamento, porque, aunque muchos de los diputados del partido gobernante Syriza afirmaron que votarán en contra de las medidas, cuenta con el respaldo de la oposición de conservadores, liberales y socialdemócratas.
Los diputados disidentes de Syriza mostraron su rechazo a que el gobierno de izquierda del primer ministro Alexis Tsipras haya acordado con los acreedores emprender duros ajustes a cambio de recibir el rescate, por lo que se espera una fractura de la fuerza luego de la votación.
Estas medidas pasan por una reforma de las pensiones que implica recortes en las prestaciones, el aumento del IVA y la creación de un fondo de privatizaciones que incluya los activos más valiosos del país como los puertos y los aeropuertos.
Las instituciones establecieron como requisito la aprobación en la Cámara griega antes de que el acuerdo se someta hoy al aval del Eurogrupo.
Si finalmente obtiene luz verde de la Eurozona, el rescate tendrá una vigencia de tres años y proporcionará créditos por un valor de hasta 86 mil millones de euros, que servirán en su mayor parte para pagar deudas.