Alivio oficial. A un mes y 11 días de que el Palacio de los Leones girara al Palacio Vasallo el estudio de costos de transporte urbano de pasajeros que estipula un boleto a 6,65 pesos para que el sistema no se caiga, el Concejo Municipal aprobó ayer, por ajustada mayoría, el nuevo valor del pasaje, que en forma inmediata pasará a 5,75 –90 centavos menos de lo que originalmente pretendía el Ejecutivo local– y en forma automática se ajustará a 6,30 pesos a partir del 1º de diciembre.
El decreto se aprobó por 10 votos contra 8, en una resolución en la que el interbloque oficialista no logró sumar a un edil más de los que tenía hace un mes, cuando comenzó una interminable puja sin el más mínimo acuerdo. Lo que cambió ayer fue el escenario de oposición frontal: la abstención del bloque del PRO, que con cinco ediles es el más numeroso, y del justicialista Osvaldo Miatello, abrió el camino para que el oficialismo pudiera constituir la mayoría que le había sido esquiva.
Es la primera vez que los ediles votan una suba desdoblada del pasaje de colectivo, algo que ya es común en cuanto a las tarifas de taxis y remises. La llave para imponerlo fue la merma en la suba pretendida, que a su vez se garantizó por otro proyecto paralelo, esta vez una ordenanza vinculada: volcar una parte de las multas de tránsito hacia el Fondo Compensador del transporte.
A diferencia del aumento, la propuesta fue votada por unanimidad y sin abstención alguna.
Las multas que irán hacia el transporte abarcan todas las infracciones cometidas, pero son las que en forma exclusiva sean advertidas por “medios mecánicos o electrónicos incorporados a la señalización lumínica de tránsito” –es decir las cámaras actualmente emplazadas y dispositivos análogos o diferentes que se incorporen para tal fin– y “por los radares para medir la velocidad que estuvieren homologados” por la Municipalidad. Según las estimación del oficialismo ese flujo alcanzaría a 30 centavos del resultado del estudio de costos, lo que disminuye de 6,65 a 6,35 pesos el boleto ideal para estabilizar el sistema. Y finalmente, también se aprobó otro proyecto relacionado, éste de autoría de Miatello. También esta tercera votación prosperó por la abstención de los cinco ediles macristas, ya que tuvo 11 votos a favor –el oficialismo y el autor de la iniciativa– y, de nuevo, 8 votos en contra.
La ordenanza, que le valió no pocas sacudidas de sus pares a Miatello, establece un sistema “automático” de ajuste del valor del boleto dos veces al año, en particular en lo relacionado con la paritaria de choferes y el impacto que tiene la suba salarial en el estudio de costos. Los meses previstos para la “adecuación” son marzo y septiembre, y el aumento automático que se producirá en esos meses no podrá superar el promedio del índice salarial mensual medido por el Indec.
Así, si se acuerda un aumento de sueldos –pero también si se generan subas en cualquier otra de las variables que toma el estudio de costos, como combustibles, repuestos, reposición de unidades y más– el boleto se ajustará sin más en marzo y en septiembre de cada año. El mecanismo se pondrá en marcha en marzo de 2016, para lo que –por única vez, en el marco de una cláusula transitoria– se tomará los índices salariales de diciembre, enero y febrero. A partir de septiembre de 2016 es cuando comenzará a tomarse el promedio semestral.
El mecanismo encierra, sin embargo, una excepción que –y muchos ediles lo daban por hecho– puede pasar a ser la regla: si la brecha entre el resultado del estudio de costos y el valor del boleto es mayor al 15 por ciento, la “adecuación” no será automática y será tratada por los ediles. Es lo que habría pasado ayer mismo: la diferencia entre el pasaje urbano –5 pesos– y el estudio de costos –6,65 pesos– es de un 33 por ciento. Y aún aplicando el flujo de multas al Fondo Compensador –el estimado de un pasaje a 6,35 pesos– seguía siendo mayor, de un 27 por ciento.
Con todo, como viene ocurriendo cada vez que se somente a debate la tarifa de transporte –salvo cuando asumió su primera gestión la intendenta Mónica Fein el 10 de diciembre de 2011, cunado el Concejo le cedió temporariamente las facultades al Ejecutivo– la suba del boleto sale del Concejo esmerilada respecto del estudio de costos.
Así el aumento aprobado –que se aplicará ni bien la intendenta promulgue el decreto– cayó del pretendido 33 por ciento al 15 por ciento, y en diciembre completará un 26 por ciento respecto al valor de hoy.
Y un día se votó
A favor de la suba votaron los socialistas Manuel Sciutto, Miguel Cappiello, Viviana Foresi y Miguel Zamarini; los radicales María Eugenia Schmuck, Sebastián Chale, Daniela León y Martín Rosúa; Carlos Comi, del ARI, y Aldo Poy, del PDP. En contra los kirchneristas Norma López y Roberto Sukerman; Héctor Cavallero y Lorena Giménez del PPS, los justicialistas Carlos Cossia y Diego Giuliano; Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, y el radical Jorge Boasso. Se abstuvieron el massista Osvaldo Miatello y todo el PRO: Roy López Molina, Alejandro Roselló, María Julia Bonifacio, Carlos Cardozo y Anita Martínez.
Uno por uno, todos los valores
El cuadro tarifario aprobado ayer en el Palacio Vasallo establece 5,75 pesos para la tarifa “básica” del transporte urbano, que se aplica con el sistema prepago, sin descuentos.
Pero con la tarjeta “laboral”, la “mercantil”, el “cambio justo” y el boleto estudiantil hay más valores:
Quedó fijado en 4,90 pesos el boleto en la tarjeta de uso frecuente, en la que se cargan entre 40 y 79 viajes de un saque. El sistema agrega en forma automática el monto extra que reduce el precio de cada uno.
La tarjeta “mercantil” pagará un boleto de 4,60 pesos. Se accede cargando 80 viajes o más, que se deben utilizar en el término de un mes.
En 6,50 pesos quedó el pago en monedas del sistema “cambio justo” para pasajeros sin tarjeta o con saldo insuficiente que agotaron los dos viajes extra del “pasaje plus”, de cobro diferido.
En 2,90 pesos quedó el medio boleto para alumnos primarios, secundarios y universitarios beneficiarios de las “franquicias estudiantiles”.
A partir del 1º de diciembre –originalmente se iba a fijar el primer día de noviembre pero el texto se cambió en el recinto durante el debate– los valores serán de 6,30 pesos para la tarifa básica; 5,35 pesos para la tarjeta laboral; 5,05 pesos para la tarjeta mercanitl; 7 pesos para el pago en monedas, y 3,15 pesos para el medio boleto estudiantil.