Como medida que pretende disminuir el robo de bicicletas, y la posterior venta en el mercado negro, así como garantizar la seguridad de los usuarios, el Concejo Municipal aprobó por unanimidad en la tarde de ayer la creación del primer Registro Único de Bicicletas de la ciudad.
El proyecto, autoría del radical Martín Rosúa, tiene como objetivo fundamental poder individualizar las bicicletas, a partir de una base de datos online en la que los usuarios podrán registrar su vehículo y denunciarlo en caso de robo o extravío. A su vez, se proveerá a quienes se registren de un kit de marcación y seguridad para aplicar a sus rodados.
“Rosario crece muchísimo, es la ciudad con mayor cantidad de recorrido para ciclistas por habitante del país; cuenta con bicisendas, calle recreativa, triatlonistas; eso también generó un crecimiento de robos y un incremento en el mercado negro de bicicletas usadas. Nuestro objetivo con esta resolución es poder reducir y, si es posible, eliminar el mercado negro”, señaló Rosúa a El Ciudadano.
La propuesta emula la experiencia realizada en España donde se conformó la Red de Ciudades por la Bicicleta, compuesta por los principales ayuntamientos e instituciones públicas de ese país, y responde, en parte, a la preocupación de deportistas rosarinos de competición que sufren robos.
Cómo registrar
El Registro Único de Bicicletas, que dependerá en forma directa del Ente de la Movilidad Rosario, constará de tres etapas: el registro del usuario en un sistema web que se creará especialmente para tal fin; la confirmación de este registro ante la autoridad pública competente, donde el dueño del vehículo deberá presentar la documentación correspondiente; y la correcta marcación del rodado con el pegado de los adhesivos de seguridad provistos por la misma autoridad. Este kit se conformará con calcomanías de material especial y un líquido que permitirán el marcado en forma indeleble que, en caso de ser sustraído el rodado, podrá ser leído con luz ultravioleta para identificar todas las bicicletas registradas en la base de datos.
“El sistema comprende el registro de cada bicicleta en un legajo, donde figurarán los datos del vehículo, de su dueño y un seguimiento en caso de venta o extravío. Es un método voluntario, gratuito y sencillo mediante el que se registran las bicicletas y se termina con la compra robada”, agregó el edil del bloque radical.
El trámite podrá realizarse de forma gratuita, siendo el único costo para el usuario la compra del kit de seguridad, para el que se estima un costo de 100 pesos. “Para un deportista que tiene una bicicleta que vale miles de pesos, gastar 100 pesos por única vez es una inversión”, añadió Rosúa.
La resolución prevé además la creación de la Dirección General del Registro Único de Bicicletas, la que habilitará en cada Centro de Distrito Municipal una oficina de atención al público para facilitar el registro de los ciudadanos.
En cuanto a la página web, el sitio dispondrá de una cuenta personal por cada usuario registrado, quien contará con acceso a la información básica del sistema y a los puntos habilitados para validar la información de registro, así como a una base de datos de bicicletas desaparecidas y encontradas que la Dirección General se encargará de difundir.
El plazo de aplicación de esta normativa, estimó Rosúa, podría estimarse entre 30 y 60 días, pero dependerá del desarrollo del sitio web y de la obtención de los kits por parte de la Municipalidad, ya que aún no se definió si serán realizados por algún fabricante local o deberán ser importados, en cuyo caso los costos podrían modificarse.
Indice
Desde hace algunos años, en las calles de Rosario se incrementó el número de ciclistas.
Motivados por economizar gastos en cortas distancias algunos, por colaborar con el cuidado medioambiental otros, o simplemente con el afán de hacer uso de un medio de transporte recreativo, creció la opción por el uso de bicicletas en la rutina diaria, convirtiendo a Rosario en la ciudad que ostenta el mayor índice de viajes en bicicleta de América latina y Caribe, según un informe dado a conocer por el Banco Interamericano de Desarrollo. Esta realidad, desde muchos puntos de vista positiva, repeercutió en la circulación callejera, para lo que el municipio implementó el uso de bicesendas. Y también derivó en un incremento en los hechos delictivos relacionados con la sustracción de bicicletas.
Hasta la década del 80 todo se patentaba
El uso de patentes para vehículos pequeños fue muy común hasta los años 80, emitidas por comunas o comisiones de fomento. Entre las categorías más curiosas se conocen las emitidas para los perros, que en la localidad de Rauch, Buenos Aires, se llegó a distinguir entre canes machos y hembras. Los sulkys, con y sin capota, los changadores y usuarios de carritos de mano, los tractores y la maquinaria para uso agrícola, y hasta los carruajes “porta coronas” de los cortejos fúnebres también fueron adjudicados con su correspondiente patente.
Dentro de la categoría de las bicicletas se podía patentar una “de paseo” o de uso “particular”, una “de reparto” o “comercial”.
En la Municipalidad de Tres Arroyos, Buenos Aires, también se podía distinguir en la patente si las bicicletas tenían o no “canasto”, mientras que los acoplados de bicicleta tuvieron también su propia patente, como sucedió en la ciudad de Bahía Blanca en los años 60.
Piden analizar si el subte es posible
El Concejo Municipal aprobó ayer que se realice un estudio de factibilidad para saber si es posible la instalación de un metro subterráneo en la ciudad, en el marco del Plan Integral de Movilidad, que cruza el centro de la ciudad conectando la Estación Rosario Norte y la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno con la Ciudad Universitaria, pasando por la Plaza Sarmiento. También, para una etapa posterior, un tramo que conecte el centro de la ciudad con la zona sur, tomando como eje la avenida San Martín. Esta propuesta, presentada por los ediles radicales María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale, contempla también un estudio económico para determinar “el costo que tendría según los kilómetros abarcados por el metro subterráneo, contemplando en su construcción la existencia de una estación ubicada cada un promedio de 800 metros”.
Asimismo, se pide verificar “las posibles vías de financiamiento del proyecto” y “un estudio estimado del costo para los usuarios”. El edil Carlos Cossia presentó una iniciativa similar que fue aprobada por el cuerpo legislativo durante la sesión de ayer.
En este caso, Cossia basa su propuesta en que “el actual sistema de transporte presenta signos de agotamiento, deterioro y retraso en las inversiones”.