Persistencia y ambición es una combinación de determinación y tenacidad. Es un equilibrio entre paciencia, resistencia y agallas. Persistencia es también ser fiable y responsable, lo cual establece seguridad y compromiso.
Sin persistencia, ningún empeño o intención tiene chances de éxito.
Persistencia significa estar vivo, verse impulsado por objetivos sanos y productivos. Es la disposición a luchar por aquello en que crees, para abocarte a pleno. Sin semejante compromiso cualquier emprendimiento queda llano y vacío. Es una energía que proviene desde adentro y no frena ante nada para lograr sus objetivos. Esto, por supuesto, exige que la persistencia sea examinada muy de cerca para asegurar que es usada de una manera sana y productiva.
Pregúntate a ti mismo: ¿Cuán comprometido estoy con mis valores? ¿Cuánto lucharía por ellos? ¿Soy doblegado fácilmente? ¿Qué precio estoy dispuesto a pagar por mis creencias? ¿Existe alguna verdad por la cual estaría dispuesto a dar mi vida?
Para que algo perdure, debe ser amado. Una actitud neutral o indiferente se verá reflejada en un compromiso marginal. Si tienes dificultades en asumir compromisos, examina cuánto amas y disfrutas de! objeto que requiere tu compromiso. ¿Amo mi trabajo? ¿A mi familia? ¿A mis elecciones?
Para que la persistencia sea efectiva debe ser protectora y cariñosa. La persistencia sin amor puede ser contraproducente. La persistencia cruda puede resultar severa y agresiva, lo que socava la cooperación de los demás. Por pura determinación, uno puede con frecuencia volverse controlador y exigente, alejando a los demás. Para que la persistencia sea efectiva, necesita de una actitud cariñosa; exige paciencia.
¿Mi persistencia hace que yo sea, o parezca, inflexible?
¿Mi persistencia y empuje me hacen ser controlador?
¿Soy demasiado exigente? Los demás (mis empleados, amigos, hijos) cooperan conmigo por pura fuerza de mi voluntad e impulso, o por amor?
¿Mi persistencia no es cariñosa? Con el propósito de tener razón, ¿dejaría que otros resulten heridos? ¿Creo que el fin justifica los medios? ¿No frenaría ante nada para lograr mis objetivos? ¿Cuando mi persistencia se impone y supero los obstáculos en mi camino, ¿sigo siendo cariñoso? Aun cuando me defiendo y defiendo a otros de influencias dañinas, ¿me impulsa el amor o el odio?
Cuando luches por algo en que crees, detente un instante para asegurarte de que se logra de una manera cariñosa.