A pedido de la intendenta Mónica Fein, el municipio reactivó las gestiones para la “repatriación” de los restos de Alberto Olmedo, el genial cómico nacido en Rosario, que tras un absurdo accidente falleció en Mar del Plata en marzo de 1988 al caer desde un balcón con vista al mar. Esto fue oficializado ayer –día del cumpleaños del inolvidable Negro– por el secretario de Cultura del municipio, Horacio Ríos, quien destacó que se viene charlando del tema con cada uno de sus familiares directos para obtener su permiso. La idea es que el actor, que fue sepultado en la Chacarita, pueda tener su descanso final en el denominado Paseo de los Ilustres, en el cementerio El Salvador, con un monumento y una estructura que pueda ser visitada por el público en general para rendirle homenaje.
“Esto comenzó hace unos años por iniciativa de sus amigos y recuerdo que el mismo (Hermes) Binner nos acompañó en las gestiones de repatriación, con un claro apoyo político. Actualmente estamos dialogando uno a uno con sus familiares y tratando de buscar un consenso para hacer el traslado. La idea es que esté en el Paseo de los Ilustres con una obra no tradicional, podría ser con él sentado junto a alguna otra persona, manteniendo vivo su espíritu descontracturado, tal como lo fue en vida”, explicó el funcionario a éste diario.
El secretario de Cultura remarcó que fue la propia Fein la que mostró su interés en que se retome esta iniciativa. “A nosotros nos pidió la intendenta que comencemos a trabajar en la posibilidad de repatriar los restos, que estén en su ciudad, en Rosario donde a todos nos parece lo mejor. El Negro tuvo la particularidad en los últimos años de tener una familia con distintas características porque tenía hijos, que hoy son adultos, y hay que consultarlos, respetarlos y ese recorrido nos está llevando un tiempo importante”, indicó.
“Hay que poner a toda la familia de acuerdo. Hoy quedan dos hermanos y una mujer de uno de sus matrimonios, junto a hijos de distintos matrimonios. Todos son adultos, tienen poder de decisión. Algunos de los hermanos trabajan juntos pero la hermana se ha alejado del ambiente, se ha alejado mucho de la familia, y hay todo un entramado en el que estamos trabajando para tratar de lograr este objetivo, de fundamental importancia”, remarcó.
El objetivo final es que uno de los “hijos dilectos” de la ciudad pueda descansar donde nació y generar un espacio de recuerdo y de posible visita. “Es un trámite que hace mucho lo iniciamos pero que tiene sus idas y vueltas y ahora estamos en un momento de definición. Hay cosas que hay que consensuar porque son muy delicadas, no hay que olvidarse que estamos hablando con sus hijos, justamente de su padre. Para nosotros es un ídolo y todo lo que eso representa para nuestra ciudad pero ellos también lo quieren tener cerca, viven en Capital, son de allá y no hay que olvidarse que el Negro también vivió gran parte de su vida ahí”, señaló.
Hay que recordar que por lo inesperado de su muerte, el Negro nunca pudo manifestar su deseo de dónde ser enterrado. “Nunca hubo una manifestación al respecto porque su muerte no fue predecible para nadie. No es que él estaba enfermo, había dejado un testamento y le había dicho a su familia lo que quería. Todo lo contrario, su fallecimiento fue muy sorpresivo y no estaba en los planes de nadie. Pasado el tiempo se puede pensar con un poco más de calma y es por eso que iniciamos estas gestiones”, indicó Ríos.
Durante el verano de 1988 en Mar del Plata, estrenó la obra “Éramos tan pobres” y filmó, junto a Jorge Porcel, la película “Atracción peculiar”, una de las mejores del dúo, que se estrenó el 3 de marzo. Sin embargo, Olmedo nunca llegó a verla ya que dos días después, en la madrugada del 5 de marzo, luego de una noche de excesos junto a su pareja Nancy Herrera, cayó desde el balcón de su departamento del piso 11 del edificio Maral 39, y falleció prácticamente en el acto. En ese momento, que marcó a fuego el inconsciente colectivo, murió el genial actor y automáticamente nació el mito.
Un circuito para homenajear al “gran Negro”
En el marco de un nuevo aniversario del nacimiento de Alberto Olmedo, el Ente de Turismo de Rosario (Etur) inauguró ayer un circuito que homenajea al cómico. Se trata de un paseo por una decena de lugares que fueron importantes en la vida del actor que nació en la ciudad y donde vivió parte de su adolescencia.
El secretario de Cultura del municipio, Horacio Ríos, explicó que se trata de “una localización y puesta en valor de lugares donde, por su infancia, su cercanía, sus amistades, han estado vinculados con el Negro”.
“Somos la ciudad del Negro, con todo lo que eso significa, asumimos esa responsabilidad y entendemos que la gente busca acercarse a su figura. Nosotros vemos lo que pasa con su estatua diariamente, la gente va, se sienta, se saca fotos, tiene un nivel de convivencia y respeto por su imagen muy alto y acompañar esto con un circuito nos pareció lo adecuado”, remarcó.
Entre los distintos lugares que crean el circuito está la casa de su infancia de barrio Pichincha, en Güemes y Brown; el ombú del parque España donde solía dormir la siesta cuando se escapaba del trabajo; la escultura de bronce en Rivadavia y Pueyrredón; y la verdulería y carnicería de José Becaccece, ubicada en Salta al 3000, donde tuvo su primer trabajo.
También está la escuela Juan Seguí, de Riccheri 350, donde cursó hasta quinto grado; la escuela Almafuerte (Salta 2558) donde terminó la primaria; la parroquia Inmaculada Concepción (Riccheri 280) donde tomó la primera comunión; el club Newell´s Old Boys, donde hizo gimnasia plástica; el teatro La Comedia, que la abrió las puertas al espectáculo; y el Centro Asturiano, donde integró la troupe juvenil con la que se subió por primera vez a un escenario.