A través del Reiki y de las meditaciones guiadas, con la ayuda de los mudras (gestos que fortalecen la energía en nuestras manos, los dedos se colocan de determinado modo para facilitar la concentración) podemos equilibrar, armonizar y proteger nuestros pensamientos para que permanezcan positivos. Ayudamos a nuestra mente a mantenerse enfocada, equilibrada y flexible ante los cambios ocurridos a lo largo de nuestras vidas y a nuestro alrededor.
Para ello es necesario no volvernos rígidos, ni querer tener la razón como algo necesario, si ello es así la antepones ante la felicidad. Ante todo no supongas, no crees situaciones con tu mente acerca de las opiniones que los demás tienen de ti. Muchas veces, son sólo eso, suposiciones, provocadas por tu mente. No te ates a recuerdos dolorosos, ni al rencor o a la rabia, estas emociones negativas deben irse de tu vida, aprende a fluir con el Universo.
Ante un hecho determinado es mejor no suponer, ni realizar hipótesis con tu mente, puesto que ello te descentra, pierdes energía y sobre todas las cosas te pierdes de vivir el Hoy, de vivir en el Aquí y Ahora. Tu presente es muy breve como para desperdiciarlo en lamentaciones y quejas, disfruta, no te prives de ello. Rodéate de energía positiva, mantén en todo momento el buen humor.
Libérate del miedo, del odio y del rencor, ellos nos privan de que la energía del amor universal haga nido en nuestro corazón. Siéntete amado y protegido por un universo abarcador, tú eres parte de él. No te ates al pasado. Evita ante todo ser presa de la ansiedad, mantén la calma y la paciencia por encima de todo. Tu tranquilidad y serenidad son necesarias en tu vida, ellas te permiten disfrutar, y no padecer tu vida.
Enfócate en tu respiración, presta atención a ella, no lo hagas automáticamente, aprecia la entrada de energía a tu cuerpo y a tu mente con cada nueva inspiración, y así podrás llevar la calma hacia ti. Serénate, apacíguate, toma tiempo de calidad para ti, lo vales. Potencia tus hábitos positivos con afirmaciones positivas: “Soy fuerte, todo lo fuerte que necesito ser, al igual que las circunstancias que vivo”; “Yo puedo, voy a salir fortalecido de todo esto”.
Con cada situación de nuestra vida, vamos creciendo y evolucionando, subiendo un peldaño más en la escalera de nuestra evolución personal. Acepto las dificultades como un modo de crecer y evolucionar. Aprendo, me permito aprender de las dificultades. Me permito transformarme en alguien mejor de cada dolor sufrido. Evito que mi mente se quede sólo en la queja. Me aprecio y me valoro por quien soy, valoro mis virtudes y también mis defectos.
Aprende a confiar en ti mismo para fortalecer tu autoestima y tu seguridad. Corrige actitudes poco sanas para poder relacionarte bien, ante todo contigo mismo y luego con los demás. Sé paciente contigo mismo, y tus tiempos de aprendizaje. Valora tanto lo bueno como lo malo que hay en tu vida. Aprende a ser persistente y constante con cada dificultad, nada detiene tu felicidad.
Persiste, mantén tus pensamientos positivos y aprende a ver la vida desde diversos ángulos, trata de abrir tu mente a diversas posibilidades. Deja lo negativo de lado, concéntrate en lo positivo, la energía positiva del Universo llegará fácilmente hacia ti. Cambia tus patrones de pensamientos, tanto los heredados como los impuestos socialmente, mantente positivo, no te quedes en lamentaciones y quejas.
Siéntete libre de miedos y supérate a ti mismo, deja ir los pensamientos negativos. Libérate de prejuicios y condicionamientos sociales, deja ir la frustración, el rencor, ábrete a lo positivo en cada situación cotidiana de tu vida. Agradece y aprecia tu vida. Sé feliz.